Jose Carlos De Mier - @GPSmediaexperts

Nos encontramos en la cuarta edición de CoMotion Miami. El ICEX de España ha traido una delegación de empresarios de la península que de una u otra manera están involucrados con el tema del ecosistema de movilidad y la sustentabilidad en todo lo que tiene que ver con el transporte de humanos y cosas. Emilio Mellado, forma parte de la expedición.

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World Wide Mobility

Mellado, CEO de una pujante empresa que ofrece servicios de movilidad llamada World Wide Mobility, se siente muy optimista sobre el futuro de su compañía en USA y en Latinoamérica. El joven ejecutivo español nos explicó  que el ecosistema de movilidad está cambiando aceleradamente y que muchas compañías con negocios, llamémosles convencionales, dentro del sector del automóvil (aseguradoras, fabricantes, alquiladoras, etc.) están virando su foco o, al menos penetrando en nuevos ámbitos para dar respuesta a las nuevas necesidades en materia de movilidad, desde el car sharing, hasta los servicios de alquiler por suscripción. La plática resultó sumamente reveladora para comprender el ecosistema actual de movilidad en que nos hallamos, hacia dónde nos dirigimos y qué soluciones ofrece World Wide Mobility (WWM) en este moderno escenario. 

Proveedora de movilidad

Emilio, ¿a qué se dedica Worldwide Mobility?

Somos proveedores de software y hardware de movilidad. Trabajamos con un conjunto de empresas muy diversas, pero siempre relacionadas con el mundo del automóvil, desde fabricantes como Toyota o Hyundai hasta empresas de alquiler de vehículos como Avis pasando por especialistas en renting como Arval, incluso aseguradoras. De hecho, hace 5 o 6 meses lanzamos Voltio, el servicio de car sharing mas grande de España, junto a la compañía de seguros española Mutua Madrileña.

¿Cómo te convertiste en un proveedor de tecnología de movilidad? 

En 2016, lanzamos el agregador Chipi, una aplicación online que integraba a varios proveedores de movilidad y cuyo objetivo era ayudar a los clientes a encontrar soluciones de movilidad desde una única plataforma. Los proveedores con los que trabajamos comenzaron a ver las bondades del agregador y se plantearon utilizarlo como sistema de reservas propio. Ninguno de ellos quería utilizar una plataforma compartida de reservas en la que tenían que competir por los clientes con sus rivales, ya que todos ellos (Uber, Lyft, etc.) quería crear su propio ecosistema de movilidad en el que el cliente accedía a todos los servicios que necesitaba sin cambiar de aplicación.

Eso nos cerró muchas puertas como negocio. Comprendimos que tocaba aguantar hasta que el mercado de movilidad estuviera maduro. Y fue lo que hicimos. Mantuvimos el agregador en funcionamiento (en la actualidad sigue existiendo y creciendo de manera orgánica residual), pero nos enfocamos en el suministro de tecnología para todas aquellas que querían invertir en movilidad. Teníamos un amplio know how tras haber trabajado con unos 300 operadores y así nos salió el primer proyecto con Toyota, con su importador más grande en Portugal, Salvador Caetano. 

Servicios de movilidad

¿Cómo es el servicio que prestáis a los fabricantes de autos? 

Hoy en día les proveemos directamente de software y hardware. Por ejemplo, a Toyota les facilitamos la tecnología para sus servicios de car sharing Kinto Share o el servicio de suscripción Kinto Flex. Las webs, las aplicaciones móviles, la usabilidad, el backoffice de gestión, el hardware de rastreo, el hardware de inmovilización de vehículo, etc. 

Para todos aquellos neófitos en el ecosistema de la movilidad moderna ¿Qué es eso de un servicio de suscripción flexible? ¿En qué consiste?

Es como un Netflix, pero de autos. Igual que te suscribes a Netflix para ver series y películas, te puedes suscribir a un “Hyundai” o a un “Toyota” o a cualquier vehículo cancelar ese servicio cuando quieras. Puedes alquilar el vehículo por tres meses o por seis. El cliente paga mensualmente y el servicio le incluye de todo, mantenimiento, seguros, permisos… En nuestro caso, nosotros trabajamos con Toyota. El precio depende del modelo, y comienza en torno de los 350 USD. Por esa tarifa, te olvidas de todo lo relacionado con la posesión de un automóvil, solo tienes que pensar en repostar y, dependiendo de la compañía y el país, no exceder el límite de kilometraje establecido. En algunos mercados, algunos operadores te aplican un suplemento mensual por kilómetro. Nuestras aplicaciones pueden calcular automáticamente todos los datos necesarios. Los autos llevan un hardware de rastreo proporcionado por World Wide Mobility.

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¿Está teniendo éxito?

No te puedes imaginar. Está siendo increíble. Lo hacemos con Toyota, con Hyundai, con concesionarios, se hace en todo el mundo. Creo que el secreto del éxito está en la flexibilidad, en la posibilidad de cancelar el servicio cuando quieras. No te obliga como en el renting tradicional a estar tres años con un auto y a pagar la cuota religiosamente. Y las averías, los golpes, el mantenimiento está igualmente cubierto.   

Pasado, presente y futuro de la movilidad

En el negocio del car sharing, ha habido experimentos aquí en Miami que no han triunfado, por ejemplo Car to Go. Aunque tu negocio sea el de suministrador de tecnología,¿ por qué un crees que no tuvieron continuidad?

Creo que puede haber influido muchos factores: que llegaron muy pronto cuando el mercado no estaba maduro, que faltaba infraestructura, puntos de carga, que no había autos suficientes, estacionamientos… Por lo que me han contado, la principal queja de los clientes es que nunca tenían vehículos en las proximidades. 

Hablando de Miami. Se trata de un centro vacacional y de negocios muy importante, donde viene mucha gente de Latinoamérica. Los viajes traen su paquete y muchos llegan ya con un auto de renta. ¿Eso podrían hacerlo con tu compañía?

Por supuesto, pero a través de la alquiladora de seguros. Lo que nosotros le proporcionamos a nuestro cliente es el software para facilitar la vida a su cliente. Al llegar al aeropuerto, simplemente reciben un correo electrónico de la compañía con instrucciones para sacar el vehículo del estacionamiento del aeropuerto sin llave y sin hablar físicamente con un operador. Este tipo de negocio ya lo hacemos en España con Avis o con Toyota para su servicio de alquiler de coches en concesionarios Kinto Share. 

¿Trabajáis con más compañías rent a car a parte de Avis?

De momento, no. Solo con Avis en España. El resto de compañías de alquiler está haciendo pruebas y tratando de convencerse de las ventajas del sistema y de la tecnología que ofrecemos. Todavía nos ven como una compañía que les puede quitar negocio, porque ellas facturan mucho cuando el cliente va al desk y les venden un plan de seguros u otros servicios. La aplicación que nosotros hemos desarrollado les permite hacer eso mismo de manera remota. Es cuestión de tiempo que lo entiendan porque el mercado evoluciona hacia allí. También creo que hay un problema de mentalidad empresarial, de cambiar la forma de hacer las cosas. 

¿Cuál es el tamaño de la compañía?

Somos unas 30 personas y el 90% de la plantilla está formada por ingenieros. No hemos puesto el foco en Ventas y Marketing ya que somos aún una compañía proveedora de servicios B2B.

En los siete años que lleva la compañia World Wide Mobility, cuál es el mayor reto de aquí a partir de ahora y qué es lo que están buscando?

Hay varios retos. El primero, sin duda, la escalabilidad infinita de ciertos proyectos. Cuando hacemos un proyecto con un socio muy grande, cuando nuestro cliente tiene en mente convertirse en proveedor de movilidad y tiene acceso a una tecnología con tantas posibilidades, la escalabilidad no es fácil. Estamos hablando de empresas que viran completamente su modelo de negocio y ello implica un reto no solo tecnológico, sino de ajustar tiempos. Eso nos lleva a una encrucijada, en el sentido de hacia dónde nos dirigimos y cómo hacerlo. Hasta ahora hemos trabajado en Europa, y ahora tenemos que expandirnos. Así que toca decidir dónde replicar nuestro modelo de negocio. Ese es el reto que más me preocupa ahora mismo, más que el tecnológico, por el tipo de cliente con el que trabajamos, muy grande y con sus propios tiempos.

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