La séptima generación del BMW Serie 3, que se estrenó en 2019 y ha sido y es todo un éxito. Ahora, se actualiza con un nuevo facelift que le otorga ciertos cambios a la berlina alemana, que en 2025 cumplirá 50 años.
A simple vista, estos cambios podrían pasar desapercibidos, ya que el diseño mantiene una línea muy continuista. A pesar de ello, una vez entramos en el configurador de BMW, podemos ver que estos cambios si se perciben al elegir ciertas motorizaciones o acabados exteriores.
La gama de motores sigue ofreciéndonos variantes gasolina, diésel e híbridas enchufables. Eso si, en la gama híbrida se pierde la version 320e, manteniendo el 330e de 292 caballos de potencia.
Las versiones gasolina arrancan con la versión 320i y 330i, ambas de cuatro cilindros y con 184 y 245 caballos de potencia respectivamente. Para aquellos que quieran obtener prestaciones dignas de un deportivo, BMW nos ofrece la variante M340i de 6 cilindros, que desde el departamento M se han encargado de poner a punto.
Las variantes diésel siguen estando disponibles, que con el 318d, el 320d y el M340d cierran la gama de motores del BMW Serie 3, con permiso del BMW M3, que corona a este modelo como un referente deportivo mundial.
En el acabado de serie no vemos ningún cambio exterior. Para ello tenemos que irnos a las versiones que equipan el acabado M, que en esta ocasión nos ofrecen varias llantas opcionales y dos colores nuevos para este modelo, uno con tonalidad azul llamado Artic Race Blue metallic y un rojo llamado Fire Red metallic.
Una vez en el interior, vemos como el reconocible volante del Serie 3 ha cambiado notablemente, ofreciendo al conductor un diseño achatado que nos recuerda vagamente a los opcionales de uno de sus eternos rivales, Audi. El BMW Curved Display, que une tanto el cuadro de instrumentos como el sistema de infoentretenimiento en una sola pantalla, sigue ocupando un lugar protagonista en el interior de este BMW, actualizándose a el iDrive 8.5 con Quick Select.
La sensación general que nos transmite su interior es de una calidad excelente, un sistema de infoentretenimiento con una respuesta rápida y, para que no engañarnos, la necesidad de familiarizarnos con tantos menús. Por supuesto, echamos de menos los botones físicos para la climatización, que no parece que vayan a volver.
Podemos decir con total seguridad que este BMW Serie 3 de séptima generación sigue impresionando con su elegante y deportivo diseño, combinando lujo y rendimiento. Al volante, la precisión de su manejo y la suavidad de su suspensión transmiten una sensación de control absoluto. Los interiores envuelven al conductor en un ambiente de confort y modernidad. Todo esto hace del BMW Serie 3 un vehículo que no solo se conduce, sino que se disfruta.
El BMW Serie 3 2023 de séptima generación llega a la mitad de su ciclo de vida y recibe una puesta a punto (LCI, según la jerga interna de la marca)