En nuestra siguiente lista de los 5 grandes fracasos del siglo XXI en el mercado americano nos centramos en modelos que no son ediciones limitadas ni especiales. El fracaso lo hemos medido por los resultados de ventas mientras duraron en el mercado de los Estados Unidos. Un común denominador: ninguno de los vehículos era emocionante.
5. Lexus HS 250h 2010 – 2012
Con apenas 20,256 unidades cerró su etapa este sedán de origen japonés. En lo que se refiere al mercado de los Estados Unidos, el tiempo de vida de este híbrido fue de 3 años. Toyota decidió traerlo a nuestro país más como una respuesta a las propuestas de otras marcas, dejando de lado si es que en realidad hacía falta un auto así.
4. Scion iQ 2011 – 2015
Fueron 15,768 autos del Scion iQ los que se pudieron vender en Estados Unidos de 2011 a 2015. Sin duda que Toyota aprendió que el mercado de nuestro país no es gran aficionado de los autos pequeños y que se prioriza la seguridad por sobre muchas cosas.
3. Cadillac XLR 2004 – 2009
Complicado pensar que algún día un Cadillac fuera un Chevrolet reciclado, pero así sucedió con el XLR. Montado en la plataforma del Corvette C5, este Cadillac tenía un V8 poco potente, suspensiones muy suaves y un precio que rondaba los $75 mil dólares. Salió de producción en 2009, pero GM pudo vender todo el remanente hasta 2011. Solo se vendieron 15,460 unidades en toda su existencia.
2. Acura ZDX 2010 – 2013
Construido sobre la plataforma del MDX, el ZDX puso en el mercado de los Estados Unidos un total de 6,117 unidades. Uno de los peores detalles de este auto era el espacio en las plazas traseras, que era tan escaso que un 911 parece una sala de TV. De manera inexplicable, Acura mantuvo este auto en las líneas de producción durante 4 años.
1. Nissan Murano CrossCabriolet 2011 – 2014
Sus 5,769 unidades vendidas durante toda su existencia lo hacen ser el auto más fracasado de este siglo, al menos en nuestro país. A pesar de ser convertible, este Murano no alcanzó a conquistar el corazón de muchos. Otro de sus grandes problemas era el acceso a las plazas traseras. Y siendo honestos, pareciera que no hubiera sido terminado ni siquiera el prototipo.
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
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