El BMW Serie 7 ha roto los cánones en un par de ocasiones en el segmento de representación, donde los autos suelen ser innovadores en tecnología, pero no en diseño. Recordemos sus 7 generaciones.
Los sedanes de representación, o flagships, son un segmento bastante complicado. Aunque las ventas van a la baja, lo que ha obligado al retiro de varios competidores (Jaguar, Infiniti, Cadillac, Lincoln), hay un nicho de público fiel que es extremadamente tradicionalista en cuanto a la presentación, pese a que suele ser el segmento donde vemos la mayoría de las innovaciones tecnológicas. Pese a ello, el BMW Serie 7 se ha atrevido a romper moldes en más de una ocasión, causando polarización entre los acaudalados. Vemos cómo ha sido el devenir de las siete generaciones del sedán insignia de BMW.
La producción de los modelos más grandes de BMW comenzó en los 40, aunque de forma discontinua. Esto no cambió sino hasta la llegada del E3 New Six, que fue el antecesor del Serie 7.
El 7 de primera generación E23 que conocimos en 1977, llegó sólo con motores de seis cilindros. Motores más grandes y con más pistones llegarán en generaciones posteriores.
La segunda generación, E32, llegó en 1986, que no sólo marcó el regreso del motor V8 tras casi 25 años, sino que incluso incorporó un motor V12 5.0 l, el primero en la historia de BMW.
El E38 de tercera generación hizo su arribo en 1994, con primicias como bolsas de aire de cortina o navegación por satélite. Además de incorporar motores diésel, también se desarrollaron prototipos a hidrógeno.
La cuarta generación del Serie 7, E65, llegó en 2001, siendo el primer modelo que utilizó el sistema de infoentretenimiento iDrive. Aunque el polémico diseño iba firmado por Adrian van Hooydonk, la responsabilidad recayó en Chris Bangle, jefe de diseño de la marca en esos años. Pese a las críticas, incluso el Mercedes Clase S recibió su versión del “trasero Bangle” en 2006.
El F01 de quinta generación hizo su arribo en 2008, firmado por Karim Habib con un diseño más convencional y conservador. No sólo fue el primer Serie 7 en recibir motores híbridos L6 y V8, también compartió base con el Rolls-Royce Phantom.
G11, la sexta generación del Serie 7, llegó en 2015. Su mayor innovación fue el uso de la plataforma CLAR, con componentes de acero, aluminio y polímero reforzado con fibra de carbono., además de incorporar motores híbridos enchufables i Performance. Su mayor declaración de diseño fue el “palo de hockey” en los costados.
Mención especial merece el lavado de cara de media vida de 2020, el G11 LCI (Life Cycle Impulse), que recibió líneas más afiladas a los lados y el frente, además de faros láser-LED. Su mayor disrupción fue la enorme parrilla (40% más grande) que remitía a la SUV X7. Fue el modelo que despidió al motor V12.
Y ahora, en 2022, llega la séptima generación G70 del Serie 7 –muchos “7”-, pero no viene sola. Le acompaña una variante totalmente eléctrica, que de acuerdo a la nomenclatura de la marca, iniciada en 2013 con el i3, pasará a denominarse i7. La parrilla es aún más grande y recibe faros horizontales dobles, además de una mayor altura de la línea de cintura. Es el modelo más polémico desde el E65 ¿A favor o en contra?
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