A través de este principio de acuerdo, ambas empresas desarrollarán, producirán o adquirirán estos componentes y también aplicarán una política de compra común, con el fin de beneficiarse de diferentes sinergias y de las economías a escala. Este convenio también servirá para estandarizar los elementos clave para la electrificación de los vehículos.
El presidente del consorcio BMW, Norbert Reithofer, ha indicado que esta cooperación ‘será una contribución significativa a la obtención de una estructura de costos competitiva en el campo de la electrificación de los vehículos’, al tiempo que ha resaltado que esta iniciativa constituye una etapa importante ‘en la senda de la movilidad sostenible’.
De su lado, el presidente de PSA, Philippe Varin, ha subrayado que para su empresa ‘es una satisfacción’ ampliar la colaboración con BMW, basada en ‘estrechas relaciones’ entre las empresas. ‘No dudo un instante de la ventaja competitiva que resultará de la unión de la experiencias de nuestros dos grupos en las tecnologías híbridas’, ha apuntado.
En la actualidad, PSA y BMW colaboran en la producción de motores pequeños. En febrero de 2010, ambas compañías acordaron desarrollar conjuntamente la próxima generación de propulsores de cuatro cilindros de gasolina que cumplirán con la normativa Euro 6.
Se trata de otro prototipo que usa la configuración de híbrido de tracción total que ya hemos visto también en otros Peugeot.
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