Moisés Saldívar - @tu_tuiter

Si viste la primera entrega de la saga de “The Fast and The Furious” seguramente recuerdas el Volkswagen Jetta A3 blanco que conducía Jesse y pierde en una apuesta con Johnny Tran, el villano de la película.

Este Jetta de tercera generación se convirtió, a la postre, en uno de los modelos favoritos de la afición de países como México, donde era más sencillo construir réplicas, dado que el Jetta Mk3 era (y es) un auto común, a diferencia de otros bólidos de la película, como el Mitsubishi Eclipse. De hecho, en plena efervescencia de "Rápidos y Furiosos", marcas como Air Design sacaron al mercado kits aerodinámicos, similares a los del auto de Jesse.

El auto es propiedad del actor Frankie Muniz (Malcolm, el de enmedio), quien lo compró en el año 2002, cuando sólo contaba con 16 años de edad (Frankie, no el coche). Entre los accesorios con que cuenta este Volkswagen Jetta 1995, encontramos un equipo de car audio, diseñado específicamente para este auto, una consola PlayStation 2, asientos Sparco, los gráficos con los que apareció en la película y el kit aerodinámico.

Bajo el cofre, tenemos el motor de origen, esto es, un 2.0-litros, cuatro cilindros, el cual se acopla a una transmisión automática de cuatro velocidades. Luego de ver estas especificaciones, es fácil entender cómo fue que el Honda S2000 lo humillo de esa manera.

Como sea, si deseas ser el dueño de un auto famoso, que fue parte de una las sagas cinematográficas más famosas (y rentables) de todos los tiempos, entonces te conviene estar presenta en Arizona a finales del próximo mes de enero.