Estamos ante un modelo que podría haberse convertido en un gran éxito de ventas si se hubiese realizado a día de hoy. El Ford Comuta, es un auto de 1967, que quiso convertirse en ese utilitario urbano y eléctrico revolucionario, pero que no llegó a conseguirlo ya que era un modelo demasiado avanzado a su época, por lo que se quedó en un ejercicio de diseño que no llegó a comercializarse.
Ford creó este pequeño prototipo eléctrico capaz de recorrer 40 millas, con una recarga completa y alcanzar una velocidad máxima de 64 km/h, cifras más que suficientes para poder realizar trayectos urbanos. Pero la sección británica de Ford, la responsable de desarrollarlo, ni tan siquiera se planteó la posibilidad de que llegase a los concesionarios, en un momento en el que el Ford Cortina era el auténtico best-seller del óvalo azul en Reino Unido.
Leonard Crossland, uno de los responsables de
Ford en las islas en esos años declaró que el motor eléctrico tardaría muchos años en remplazar al motor de combustión y que los eléctricos tan solo tendrían sentido “para ser utilizados primordialmente en el centro de las ciudades, como vehículos de reparto y de servicio para los negocios locales”, unas palabras que en 1967 tenía mucho sentido pero que a día de hoy se van quedado obsoletas, pues
las prestaciones de los eléctricos cada vez se acercan mas a los autos convencionales.
Ford construyó solo dos Comutas, uno de ellos aun se encuentra en el Museo de Ciencias de Londres, junto a otras grandes obras de ingeniería británica, del otro modelo no se tiene constancia.