El BMW de Elvis
Cuando Elvis Presley tenía 23 años y cumpliendo con el servicio militar en Alemania, decidió comprarse (quizás para aliviar las penas de estar fuera de su país) un BMW 507, una coupé deportiva muy codiciada y de la que tan solo se fabricaron 254 unidades.
Artistas de la época como Alain Delon y Ursula Andress también manejaron uno, pero sin duda que el rey del rock n’ roll debe ser el mas famoso de los artistas que han sido dueños de un 507.
Equipado con un motor V8 de 150 caballos este BMW tenía una lineas sumamente esbeltas y curiosamente, Elvis lo compró usado ya que antes de ser suyo fue el auto utilizado para los test drive de la prensa y hasta ganó varias carreras por el famoso piloto Hans Stuck.
De 1958 a 1960 Elvis lo lució tanto en Alemania como en Estados Unidos y se dice que le cambió el color de blanco a rojo para evitar que se vieran los mensajes que sus fanáticas le escribían en la carrocería con lápiz labial.
Perdido y encontrado
En 1960, luego de que Elvis lo vendiera por apenas 4,500 dólares, el 507 tuvo una vida bastante agitada, le pusieron un motor Chevrolet que apenas entraba en el auto, por lo que tuvieron que modificarle el chasis, la transmisión y el eje trasero y hasta 1963 lo tuvieron corriendo carreras y hasta ganando una en Daytona Beach.
Luego de un par de cambios de dueño, este BMW mutante fue a parar a San Francisco donde Jack Castor, un ingeniero espacial y coleccionista de bicicletas y autos clásicos lo tuvo por casi 50 años y aunque si sabía que fue el auto del corredor Hans Stuck, no estaba seguro de su conexión con Elvis.
Leyendo un artículo en una revista, Jack decidió invitar a su autora, Jackie Jouvet para confirmar su origen, y una vez que vieron que el número de serie 70079 coincidía con el número en el registro de seguro de Elvis de 1958, fue como el misterio fue resuelto.
Varios años pasaron hasta que Jack decidió vender el auto a los más indicados para devolverlo a su estado original, el grupo de restauración de BMW en Alemania.
Una meticulosa restauración
Como hacer para que este 507 que pasó lo vida ganando carreras, siendo la pizarra de los apasionados mensajes de fanáticas de Elvis y guardado en un granero rodeado de zapallos volviera a lucir como nuevo?
Primero desarmarlo por completo y sumergir sus piezas en un baño de ácido para remover la corrosión, luego conseguir las originales, algunas ni siquiera BMW las tenía y tuvieron que ser fabricadas desde cero como el panel de instrumentos, hasta se respetó la originalidad de la pintura utilizando las técnicas y formulas de hace 60 años, que aunque no tengan el mismo brillo de las actuales son las únicas que pueden darle a este BMW la apariencia original que se trazaron como objetivo.
Observando las fotos de esta maravilla de la restauración uno solo puede sentirse tranquilo de que por suerte todavía quedan personas con la voluntad de Jack Castor, que aunque no sobrevivió para ver el proyecto terminado, fue el custodio de esta pieza histórica por casi 50 años y eligió a los expertos más dedicados para su restauración.
Actualmente el BMW 507 del rey del rock n’ roll se encuentra en el museo Zentrum de la cuidad de Greer en South Carolina, al lado de la fábrica de BMW más grande del mundo.
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