Se acercan las vacaciones de invierno y muchos emprenderán largos viajes en carreteras llenas de curvas. Les dejamos una serie de tips para que su viaje sea lo más seguro.
Las vacaciones de verano están terminando, pero si revisan sus calendarios, comienza la cuenta regresiva para los últimos días feriados del año, incluyendo las vacaciones de invierno y el periodo del final de año: en Estados Unidos, entre Acción de Gracias y Año Nuevo; y en México, el periodo conocido como Guadalupe-Reyes. Muchos ya aprovecharon el periodo veraniego para las salidas outdoor, aunque en invierno la tendencia es más por visitar a la familia, lo que implica largos desplazamientos, que pueden incluir varios estados o incluso viajar de un país a otro, como ocurre con muchos latinos.
En los Estados Unidos, sobre todo en la parte centro y sur, son comunes las Highways y las largas carreteras rectas en medio de amplias planicies. Sin embargo, tarde o temprano, sobre todo si se incrementan las distancias de desplazamiento, tendrán que enfrentarse a carreteras de montaña, de esas que están repletas de curvas bordeando cumbres, estrechos y valles. Bien sea por falta de experiencia, ya que muchos podrían enfrentar sus primeros viajes de estas características; o por la falta de práctica durante los meses de encierro, más de uno podría sentirse amedrentado por este tipo de vías.
Y aunque afortunadamente en Norteamérica no se encontrarán con carreteras zigzagueantes como el paso de Stelvio (en la galería), muy comunes en la zona de los Alpes, no debemos de bajar la guardia y lo más recomendable es permanecer atento, cualquiera que sea la situación al volante. Las curvas no son “animales salvajes” a punto de atacarnos, pero habrá que mantenernos concentrados y mostrar nuestra destreza en la carretera. Si ustedes gustan de manejar –por eso siguen QueAutoCompro-, un largo viaje de montaña puede ser gratificante, por lo que podemos afrontarlo con responsabilidad, pero sin estrés, por lo cual les dejamos algunos consejos.
Dado que hablamos de caminos que en muchos casos se adaptan a la orografía circundante, además de las mencionadas curvas, también nos encontraremos con desniveles, cambios de dirección constantes y, más veces de lo que nos gustaría, terrenos irregulares. De nuevo, no se sientan amedrentados, si toman en cuenta algunos consejos, su camino será mucho más seguro y fácil de sobrellevar.
Lo primero. Cadera pegada al fondo, asiento recto, hombros bien pegados al respaldo. Con las manos estiradas, las muñecas deben tocar el borde del aro del volante. No olvides comprobar que los controles más importantes como climatización luces, indicadores y demás quedan a mano sin desviar la vista del camino y por tanto de las curvas. Una postura correcta te ayudará a mantenerte relajado y hará el viaje más seguro.
Recuerda llevar ropa cómoda que te permita moverte con libertad y reaccionar rápido ante situaciones intempestivas. Abrigos, chamarras, sacos y demás mejor dejarlos fuera, al igual que bufandas. Eviten tacones altos o bolsos cruzados. Si llevan corbata, esta debe de ir por encima del cinturón, porque ¿Ya se pusieron el cinturón de seguridad, cierto? En caso de clima extremo, es mejor usar la climatización.
Conoce las indicaciones que te dan las líneas sobre el pavimento. Si “desaparecen” las líneas blancas que delimitan el carril, es un indicador que se acercan curvas cerradas. También es conveniente que “leas” las indicaciones que te dan los autos que se aproximan en el sentido contrario; si el auto viene desbalanceado, la curva que viene puede estar mal peraltada.
En carreteras con desfiladeros, las curvas que apuntan al interior tendrán poca visibilidad, provocado por la misma montaña. Esto “oculta” los autos que vienen en el carril contrario. En cambios de inclinación o gradiente, pégate a la derecha (parte exterior) y reduce la velocidad; el desnivel puede ocultar autos completos, animales, baches o rocas sobre el camino.
Con precipitaciones, lo mejor es aumentar la distancia con los vehículos precedentes. Los autos delante de ti arrojan agua y suciedad que, junto con la lluvia que cae, limitarán tu visibilidad. Además, con el pavimento mojado aumentan exponencialmente las distancias de frenado. El frío y el hielo también disminuyen la adherencia de los neumáticos, por lo que también se incrementan las posibilidades de perder el control del auto en curvas y frenadas bruscas.
En carreteras de montaña, si no cuentas con luces diurnas, enciende los faros. A la distancia se perciben primero estas luces que el vehículo. Aunque son menos constantes, mantente al pendiente de las señales de tránsito. Además de distancias y límites de velocidad, te pueden indicar los tipos de curvas que se aproximan, así como posibles problemas como grava en el camino, desprendimientos o cruces de animales.
Lo mejor es anticipar lo que podría suceder en el camino. Recuerda, no es conveniente frenar dentro de las curvas, pues podría incrementarse el riesgo de subviraje o sobreviraje. Lo mejor es frenar con cambio de marcha en la recta precedente. Al momento de girar, hay que mover el volante con suavidad, los brazos no deben cruzarse mientras giramos el aro.
¿Algún otro tema de seguridad que les gustaría que tratemos? ¿Tips que les gustaría que les compartamos? Déjenos sus dudas en la caja de comentarios, nosotros les responderemos lo más pronto posible ¿Nieve en su camino? Aquí les dejamos un video con consejos.
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