Exteriormente no son demasiadas las novedades que presenta el Mazda CX-5, tan solo podemos resaltar una nueva moldura cromada para la parrilla frontal, la llegada de la iluminación Full LED (incluyendo por fin las diurnas integradas en el mismo faro) y unos paragolpes con nuevas formas principalmente en la zona inferior, que integran los antinieblas y toma de aire inferior con nuevo diseño.
En su habitáculo interior, lo primero que destaca es la ausencia del freno de mano convencional, que deja paso a uno eléctrico mucho más discreto en tamaño y que permite aprovechar mejor el espacio para dejar objetos en la consola entre los asientos. Aparte de esta gran novedad, el CX-5 ahora también contará con el sistema que proyecta la información sobre una lámina de plástico (Head Up Display) y que permite controlar los datos principales sin necesidad de desviar la vista a la instrumentación.
Mazda también ha anunciado que su CX-5, contará con un interior más confortable, en el que ha reducido la sonoridad y vibraciones alrededor del 10% respecto al modelo todavía a la venta. Entre el equipamiento de seguridad más destacable hay que mencionar el control de crucero adaptativo y el sistema de frenada de emergencia.
De momento la oferta mecánica para Estados Unidos no ha sufrido cambios en este nuevo modelo, aunque tendremos que esperar un tiempo después de su comercialización para ver si la marca introduce alguna novedad.
Este crossover entrará en un segmento muy competido
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Un modelo que mezcla de buena manera lo convencional con toques futuristas.
