Dieter Zetsche, CEO del grupo Daimler, declaró a AutoNews que se trata de progreso y no de un sacrilegio, pues tiene como objetivo que Mercedes-Benz sea la firma Premium más eficiente entre sus competidores.
Decisiones de este tipo se vienen tomando de cara a las nuevas normas medioambientales europeas, que exigen recortar de manera considerable las emisiones de CO2.
La nueva planta de poder en la berlina alemana será un Diesel de 2.2 litros, que en teoría puede lograr un consumo de 17.5 kilómetros por litro y manda a la atmósfera menos de 150 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido.
Actualizaciones serias que buscan revalidar la consistencia de Mercedes Benz en el mercado de lujo, tan competido que todos los grandes fabricantes quieren participar.