Probablemente recibiría el sobrenombre de Clubsport y llevaría un motor de 6 cilindros en posición opuesta de 3,4 litros y 333 HP. La suspensión será más deportiva y estará rebajada en 20 mm, acompañada de una recalibración del PASM.
Un punto fundamental en este carro es el peso. Y es que para ser más radical no sólo llevará modificaciones mecánicas, sino un gran número de paneles en fibra de carbono y aluminio, reemplazando piezas en los materiales convencionales. Incluso, tal como sucede en los 911 GT2 y GT3, las perillas de las puertas serán por medio de cintas, los rines serán extra-ligeros y de una sola tuerca, los vidrios será en poliuretano (sólo en Europa), y las sillas tendrán partes de kevlar.
Porsche habla de reducir el peso en 152 a 184 libras respecto a un Cayman S, con lo cuál el nuevo juguete pesaría cerca de 2,814 libras, que junto con 13 caballos adicionales, suspensión de alto rendimiento y electrónica hecha para gozar (más) de sus prestaciones, se lograría un resultado fundamentalmente diferente.
Acerca del sobreprecio de esta edición especial, que estará limitada a un puñado de unidades, se cree que costará en USA unos 61 mil dólares. En ese terreno alcanza a pisar terrenos del 911, pero aún hay diferencia cuantiosa. Todo indica que su debut será en el Salón de Los Ángeles.
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
La nueva Mexican 500 se realizará en Mexicali, Ensenada y San Felipe a finales de septiembre.
La Fórmula 1 corre en Alemania rodeada de escepticismo hacia Pirelli, quien asegura dará buenos productos para que no pase lo de Silverstone.