Tras recibir el visto bueno de los inversionistas, Stellantis, el resultado de la fusión de PSA y FCA, iniciará operaciones bursátiles tocando la campana en París, Milán y Nueva York la próxima semana.
Desde 2015, el finado mandamás de FCA, el italo-canadiense Sergio Marchionne, buscó activamente una fusión con otro grupo autoconstructor. Si bien la propia FCA venía de una fusión entre Fiat y Chrysler, cada una con múltiples filiales, Marchionne estaba convencido que compartir gastos de desarrollo era mucho más eficiente, visto desde un punto de vista financiero. Sergio tocó muchas puertas, pero recibió el rechazo de firmas como General Motors, Ford, Toyota o Nissan. Marchionne falleció en 2018, pero su legado se mantuvo, pues en la primera mitad de 2019, hubo negociaciones bastante avanzadas con Renault sobre una posible fusión. Sin embargo, el gobierno francés bloqueó todo posible acuerdo.
A finales de ese mismo año comenzó a correr con fuerza un rumor: FCA y Grupo PSA estaban en pláticas para una posible fusión. PSA ya había salido de una crisis financiera importante bajo el liderazgo del portugués Carlos Tavares, al grado que incluso compró Opel-Vauxhall a General Motors. Bajo el manto del grupo americano, Opel siempre representó pérdidas, sobre todo por una pésima gestión financiera, donde la firma germana debía pagar a GM por el uso de sus motores y plataformas, aunque estos se beneficiaban de sus ajustes y desarrollos, sobre todo para la línea Buick.
Sin embargo, Tavares llevó a Opel a generar ganancias en tiempo récord. No sólo PSA parecía el compañero idóneo para FCA (de hecho, para cualquier otra automotriz), sino que Tavares parecía ser el líder que necesitaban tras la partida de Marchionne. A finales de octubre de 2019, ambos consorcios anunciaron una fusión 50:50, que incluirá a las filiales Peugeot, Citroën, DS, Opel, Vauxhall, Fiat, Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Dodge, Jeep, RAM, Maserati y Fiat Professional, con Ferrari como una entidad separada. Se anunció que el CEO del que será el cuarto fabricante más grande de automóviles será Carlos Tavares, mientras que John Elkann, nieto de Gianni Agnelli (a su vez nieto del fundador de Fiat), presidente de FCA y presidente y CEO de Exor y Ferrari, presidirá la mesa directiva.
El acuerdo fue ratificado por la mesa directiva de ambas firmas y firmado en diciembre de ese mismo. Se esperaba que los respectivos inversionistas dieran su visto bueno a mediados de 2020 para la fusión PSA-FCA, pero como saben eso (y casi todo lo demás) se retrasó por la pandemia. En julio de 2020, FCA y PSA anunciaron que su fusión tendrían un nuevo nombre: Stellantis, que en latín hace referencia a la luz que emiten las estrellas. El italiano y el francés son lenguas romances –derivadas del latín-, mientras que, recordarán, el logo de Chrysler alguna vez fue una estrella de cinco puntas, por lo que el nombre rinde tributo al pasado de todas las partes.
Los inversionistas tanto de PSA como de FCA dieron su aprobación para crear Stellantis el 4 de enero pasado. Luego de esto, la nueva entidad ya podrá operar de manera oficial en las bolsas de valores de Milán, Nueva York y París. La última noticia de esta larga historia es que esto ocurrirá tan pronto como la siguiente semana. Carlos Tavares y John Elkann, acudirán el lunes 18 de enero a la Bolsa Italiana de Valores en Milán; y la Bolsa de Euronext en París, para tocar la campana que dará inicio a las operaciones este día. Posteriormente, el martes 19 a primera hora, acudirán a la Bolsa de Valores de Nueva York en Estados Unidos (NYSE) para realizar la misma ceremonia de apertura y dar inicio oficial a la era de Stellantis.
La fusión de PSA y FCA, o Stellantis, tendrá oficinas centrales en Ámsterdam, Países Bajos, aunque mantendrá sus sedes en Michigan, París y Turín. Su capacidad productiva anual será de unas 8.7 millones de unidades, sólo por detrás de Grupo Volkswagen, Toyota Motors y Renault-Nissan-Mitsubishi (quienes también podrían considerar un nombre más corto). Se calcula que sus sinergias anuales generarán unos 5,000 millones de euros al año. La mesa directiva tendrá 11 miembros; cinco de FCA y cinco de PSA, con Tavares ocupando el undécimo puesto y con voto de calidad de desempate.
Tavares garantizó la permanencia de todas y cada una de las 14 filiales que conformarán al grupo, aunque esto luce complicado para Lancia y Chrysler. Marchionne trató de reflotar a Lancia con productos de Chrysler, pero no resultó, de modo que apenas sobrevive con un producto: el Ypsilon, que sólo se vende en Italia. Pese a los buenos resultados de la Pacifica, el caso de Chrysler no es más afortunado. El segmento de las minivanes es muy estrecho, mientras que el 300 no ha sido actualizado con el mismo mimo que sus hermanos de plataforma de Dodge, con lo su presencia es anecdótica frente a estos.
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Un modelo que mezcla de buena manera lo convencional con toques futuristas.
