AMG EQE SUV. ¡Vaya sopa de letras! Pero todas tienen su significado. AMG, por supuesto, se refiere al afamado tuner de Mercedes-Benz fundado por Hans Werner Aufrecht y Erhard Melcher. ¿Y la G? Esa viene de Großaspach, ciudad natal de Aufrecht. Una leve mayoría de la empresa fue adquirida por Mercedes-Benz en 1999, y en 2005 pasó a ser parte íntegra de la marca de Stuttgart.
EQE se refiere a los modelos 100% eléctricos segmento-E basados en la Electric Vehicle Architecture (EVA). ¿Y SUV? Eso es más que obvio…
En realidad, hay un cuarteto de autos Mercedes que utilizan la plataforma EVA. Los mayores, el sedán EQS y el EQS SUV, ya han sido tema de sendos videos en nuestro canal. Luego vino el hermano menor del EQS, el sedán EQE. Este lo hemos probado en 2 variantes: el EQE350 4Matic y la súper-potente Mercedes-AMG EQE. Esta última también tiene su video propio:
Ahora nos llega el que faltaba del cuarteto, el EQE SUV. Al igual que el último EQE sedán que probamos, este EQE SUV es la variante más potente, la AMG.
El modelo Mercedes-AMG EQE SUV hace su debut para 2024. Pero el resto de la gama EQE SUV recibe varias mejorías notables. El sistema de frenos ha sido recalibrado para mejorar la sensación de frenado y aumentar la energía capturada durante la regeneración. Modificaciones a la batería y al sistema de tracción integral, así como una nueva bomba de calor para el sistema de climatización prometen aumentar la autonomía del tren motriz.
Cabe destacar que el EQE SUV es el primer crossover completamente eléctrico de la sub-marca Mercedes-AMG. No existe variante correspondiente de su hermano mayor, el EQS SUV. Fuera de Norteamérica se ofrecen 2 variantes Mercedes-AMG del EQE SUV: AMG 43 y AMG 53 más potente. Aquí solo se ofrece la última, denominada Mercedes-AMG a secas.
Entre los extras más notables de la unidad probada se encuentran los frenos Ceramic Composite de alto rendimiento, el Pinnacle Trim aún más equipado y el paquete Dynamic Plus que aumenta tanto la potencia (por breves instantes) como la velocidad máxima.
Al igual que su homólogo sedán que probamos recientemente, el tren motriz del Mercedes-AMG EQE SUV combina un paquete de baterías de 90.6 kWh con 2 motores eléctricos (uno de 221 hp sobre el eje delantero y otro de 396 hp sobre el trasero). En total, produce 617 hp y 701 lb-ft de torque. La funcionalidad Dynamic Plus permite aumentar estas cifras por breves instantes a 677 HP y 738 lb-ft. En realidad, la potencia varía según el modo de manejo:
Slippery: 50% (308 HP)
Comfort: 80% (493 HP)
Sport: 90% (555 HP)
Sport+ y Race Start sin Boost: 100% (617 HP)
Race Start con Boost: 110% (677 HP)
Según cifras oficiales, el EQE SUV AMG va de 0-60 mph en 3.4 segundos (0.2 s más lento que el sedán AMG EQE). El SUV alcanza una velocidad máxima de 137 mph (220 km/h) sin Dynamic Plus y 149 mph (240 km/h) con ese.
Dado tanto su silueta menos aerodinámica (0.26 cx vs 0.22 para el sedán) como su mayor peso (234 lbs [106 kg] más que el sedán), esperábamos un bajón en la autonomía eléctrica del EQE SUV con tren motriz AMG comparado a su homólogo sedán. Pero sucedió todo lo contrario. La autonomía oficial EPA del AMG SUV 2024 es de 235 millas (378 km), 10 millas (16 km) más que el sedán AMG 2023. ¿La causa probable? Las mejorías a las calibraciones de los frenos, batería, tracción integral y climatización que describimos anteriormente. Al escribir estas líneas, Mercedes-Benz aún no ha lanzado los sedanes EQE 2024. Queda por verse si con esas mejorías la autonomía de los sedanes igualará o incluso rebasará las cifras de los SUV 2024. Por otra parte, los EQE AMG, tanto sedán 2023 como SUV 2024 alcanzan 74 MPGe combinados.
En cuanto a tiempos de carga, con cargador Nivel 2 (240V) tarda 10.75 horas en ir de 10%-100% de carga. Con cargador rápido DC Nivel 3 recupera 105 millas (170 km) de autonomía en 15 minutos, y tarda 32 minutos en cargar de 10%-80%.
Los Mercedes-AMG EQE utilizan suspensión neumática con Adaptive Damping System (sistema de amortiguación adaptativo) y sistema de estabilización para evitar la inclinación excesiva en las curvas. Tanto en los modos S y S+ como en Comfort a partir de 75 mph (120 km/h), la suspensión baja 0.6″ (1.5 cm).
La distancia entre ejes del EQE SUV es 3.5” (90 mm) más corta que la del sedán EQE. Sumando eso a la dirección del eje trasero que gira hasta 9 grados en el AMG EQE SUV (vs 3.6 grados en el AMG EQE sedán), vemos que el SUV promete ser más ágil en las curvas. Otra sorpresa inesperada.
Los detalles que claman “AMG” en el sedán EQE que probamos recientemente también dicen presentes en este SUV. La llamada “parrilla Panamericana” de barras verticales. Los rines de 21” repletos de rayos con neumáticos de verano Michelin Pilot Sport especiales para autos eléctricos. Los frenos de alto rendimiento Ceramic Composite con pinzas doradas.
Pero la silueta es mucho más convencional que la de los sedanes Mercedes EQS y EQE. Estos son aerodinámicos a toda costa, y a expensas de un look tradicional de prestigio y lujo.
Abriendo el portón trasero vemos un maletero de 14 pies cúbicos (396 l) de capacidad con cubierta retráctil. Plegando la segunda fila, este aumenta a 55 pies cúbicos (1,557 l).
Típico de casi todos los eléctricos, no hay llanta de repuesto ni “galleta”. Solo compresor con espuma. Pero, a diferencia de otros Mercedes eléctricos que hemos probado, este sí trae cable para cargarlo. Según la hoja Monroney incluida con el auto, dicho cable Mobile Flex es una opción sin cargo que estaba ausente del sedán AMG EQE que probamos antes. Ya que no cuesta, les sugerimos procurar que su concesionario se lo incluya al comprar o arrendar el auto.
Pasando al frente, vemos que, al igual que los demás eléctricos Mercedes sobre plataforma EVA, el frunk está sellado y trae puerta externa para el líquido lavaparabrisas.
El sedán AMG EQE que probamos anteriormente no traía el Hyperscreen imponente que vimos en los EQS acaparando el tablero de mandos. Pero este AMG EQE SUV sí lo trae, y de serie.
En las puertas vemos los tradicionales mandos para ajustar los asientos, que parecen asientos en miniatura. Genial este invento de la marca de Stuttgart, pero en el EQE no funcionan con la misma fluidez que hemos visto en otros Mercedes.
El asiento trasero tiene buena amplitud, pero eso es de esperarse en un auto eléctrico. Volvamos al delantero. ¿Cómo se siente manejar este sedán deportivo eléctrico?
La primera impresión al manejar este EQE SUV AMG es que su aceleración, si bien potente, no resulta extraordinaria ni digna de sus iniciales. Pero resulta que arrancamos en el dócil modo Comfort, el cual limita la potencia máxima. Ya con los modos Sport y Sport Plus la aceleración llega a los niveles que uno esperaría de un AMG eléctrico. La suspensión está bien calibrada, resulta comunicativa pero confortable. El rodaje es silente como uno esperaría de un eléctrico, aunque el ruido de los neumáticos a veces se hacen notar.
Ojalá pudiéramos decir lo mismo de los sonidos de propulsión. ¡Como echamos de menos los sonoros V8 AMG! La marca intenta simularlos mediante una selección de sonidos sintéticos. Pero todos resultan, francamente, ridículos. También hemos leído la misma queja del concepto eléctrico Dodge Charger Daytona SRT. Parece que a la industria automotriz le falta bastante para lograr ruidos de motor artificiales que resulten convincentes.
La unidad probada viene con el llamado techo solar panorámico que incluye una malla translúcida. Pero, durante el día, a veces deja entrar demasiada luz, causando molestos reflejos en el tablero de mandos Hyperscreen.
¿Pero qué nos gusta y nos gustaría mejorar de esta sopa de letras AMG EQE SUV?
El Mercedes-AMG EQE SUV comienza en $109,300. La unidad probada con extras se monta en $130,850.
Lamentablemente, no. Pese a su fabricación estadounidense (en Vance, Alabama para ser exacto), ningún Mercedes EQE SUV aparece en la lista de vehículos aprobados para dicho crédito por el gobierno. En teoría, los modelos Mercedes-Benz EQE 350 SUV Premium cuyo precio MSRP está ligeramente por debajo del tope máximo de $80,000 deberían calificar. O sea, que se halla en el mismo limbo que el Genesis Electrified GV70 fabricado en el mismo estado. Ambos deberían recibir el crédito fiscal, pero aún no han sido afirmados de forma oficial por el gobierno USA.
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