Desde que llegó a nuestro mercado hace casi 7 años, la Sienna se ha caracterizado por ofrecer una enorme lista de atributos que rápidamente la colocaron como una de las minivanes favoritas. Mejor aún, obtuvo un buen posicionamiento como la miniván de lujo, ya que en aquel entonces ofrecía más equipamiento que cualquiera y un motor bastante respondón para lo que había en el mercado.
Los años y las actualizaciones pasaron, hasta llegar a una nueva generación con más cambios y mejoras que nunca. Se nota a simple vista una imagen mucho más agresiva y modernista; es muy parecida a las enormes y cuadradas vanes que recorren las vialidades de Tokio a diario. Es como una enorme caja pero con ese toque nipón inconfundible.
Quizá de lo más llamativo y destacable sea el frente, con faros y parrilla de ángulos más afilados que una katana. Mientras, los costados son limpios y planos, con una elevada cintura que aumentan la sensación de tamaño y hasta dinamismo. La parte posterior es algo más simple, con unas calaveras también muy orientales pero de ninguna manera con la agresividad que presume el frente.
El interior de la Sienna tiene poco que ver con lo visto en cualquier miniván. Lo primero que sorprende es el espacio, muy superior al de cualquier otra camioneta de su tipo. Basta con echarle un vistazo a los asientos de la segunda fila, que se pliegan justo como los de un avión en primera clase o, en su defecto, en business; tienen hasta descanso para pies/tobillos. Además, son múllidos como de una buena sala. Es cómoda y silenciosa como una casa rodante.
El otro tema digno de alabanza es el equipamiento, que en el acabado Limited como el de nuestro ejemplar de pruebas incluye vestiduras de piel, pantalla gigante de DVD con reproductor doble, climatizador multizona, quemacocos en las dos primeras filas de asientos (y ambos abren totalmente), cámara de visión trasera, puertas eléctricas, cientos de portaobjetos (bueno, muchos), computadora de viaje, faros de xenón y rines de 18”; la única en su clase que los lleva.
En el apartado mecánico, la Sienna nos sorprendió con unas maneras más que competentes, con una marcha bastante cómoda y una dirección que, aunque algo sobre asistida en determinadas circunstancias, apunta obedientemente la camioneta hacia donde queramos. Es cierto que la suspensión es blanda pero no llega a provocar nerviosismos ni lancheos que comprometan la seguridad ni el manejo. Este buen desempeño está soportado por un excelente motor V6 de 3.5 litros y 268 hp con el que acelera con decisión, en menos tiempo que sus rivales tanto japonesas como norteamericanas.
Sí, es también la más costosa de todas, ya que la Limited llega a 640 mil pesos, pero por esa cantidad se tiene la miniván más amplia, equipada, moderna y potente del segmento; casi la única Premium del mercado.
MOTOR | |
Cilindros | 6 en V |
Bloque/cabeza | Fundición/aluminio |
Distribución | Doble árbol en cabeza, 4 válvulas por cilindro |
Alimentación | Inyección electrónica multipunto, VVT-i Dual |
Cilindrada | 3,456 cc/3.5 litros |
Potencia máxima | 265 HP a 6,200 rpm |
TRANSMISIÓN | |
Tracción | Delantera |
Caja de cambios | Aut., 6 vel. |
BASTIDOR | |
Suspensión delantera | MacPherson con barra estabilizadora. Resortes helicoidales |
Suspensión trasera | Ruedas tiradas con barra estabilizadora. Resortes helicoidales |
Frenos del./tras. | Discos ventilados/sólidos |
Neumáticos | 235/55 R18 99V |
RENDIMIENTOS | |
Velocidad máxima | 180 km/h |
0-100 km/h | 11.2 segundos |
Consumo ciudad/carretera | 8.9 / 12.2 km por litro |
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
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