Enrique González - @600streetka

Estamos ante un Mercedes Clase G de 1992, al que este preparador le ha dado una imagen deportiva y, de paso, le ha sacado unos caballitos extra al motor para llegar a los 710 CV. Su exterior se ha cubierto de un arriesgado color amarillo que contrasta con las llantas negras de 24 pulgadas, las molduras y diferentes elementos en negro y en fibra de carbono.

También es muy llamativa su gran entrada de aire en el capó, las rejillas, los fondos de faros, retrovisores, techo y mucho más se ha pintado en negro brillante para hacer resaltar todavía más el amarillo. Su prominente alerón en la parte superior trasera en carbono y los paragolpes, y pasos de rueda pintados en el color de la carrocería, dan a este veterano un aspecto bestial. La cubierta de la rueda de repuesto también es de carbono, por lo que será mejor no golpearla con la pared del garaje.

En su interior también se encuentran nuevos elementos como un elegante cuero para sus asientos, además de ribetes y costuras en amarillo para darle color a un interior muy deportivo. En el apartado mecánico, pocos son los detalles desvelados por DMC, tan solo que este modelo llegará a los 710 caballos de potencia.