Javier Fueyo

Tenemos que dar la enhorabuena a estos suecos de Volvo, que a partir de este año introducirán en el mercado su nuevo Volvo V40 D4, un diésel de cuatro cilindros con 190 CV y que según la marca logrará homologar 3,3 litros/100 kilómetros y 85 g/km de CO₂ con cambio manual, un registro prácticamente insuperable por cualquier automóvil con motor térmico no híbrido.

Para conseguir este consumo tan reducido, en Volvo han tenido que trabajar duro sobre un motor diésel de cuatro cilindros y dos litros, con un preciso control de la presión sobre cada inyector para introducir en el conducto común la cantidad ideal de combustible que se requiera en cada momento, con unos inyectores de nueva factura y alta presión (hasta 2.500 bares), twin-turbo, unas soluciones enfocadas en la mejora de la gestión térmica de los componentes (refrigeración en marcha y para alcanzar rápidamente la temperatura de servicio en su arranque en frío) y la fricción de los elementos en movimiento.

Este nuevo propulsor diesel que montará el Volvo V40 D4, llega para sustituir a un cinco cilindros que desarrollaba 177 CV y que consumía 4,3 litros/100 kilómetros y emitía 114 g/km de CO₂.

Como curiosidad y al margen de este ahorrador propulsor, el Volvo V40 también estrenará una nueva mecánica de gasolina y cuatro cilindros, un nuevo T5 que contará con una potencia de 245 CV.