Enrique González - @600streetka

¿Quién diría que tantos de los problemas que nos aquejan en la actualidad podrían ser resueltos por una sola planta? Pero no se trata de una planta común y corriente. El cáñamo es una planta con una estructura celular fibrosa con más de 50 mil usos conocidos, incluyendo textiles, medicamentos, confección de ropa, combustible, entre otros. Numerosas corporaciones consideran al cáñamo como una seria amenaza para la estabilidad de sus negocios, por lo que durante muchos años fue considerada una planta ilegal y rodeada de tabúes.

En años recientes, la polémica alrededor del cáñamo y la mariguana, uno de sus subproductos más célebres, ha disminuido de manera significativa, al grado de que el cáñamo ha sido reintegrado a la industria como materia prima. Tomemos como ejemplo al Kestrel, un vehículo ecológico diseñado en Canadá por el fabricante Motive Industries INC, capaz de alcanzar una velocidad máxima de 90 km/h y cuya carrocería ha sido reforzada con placas compactadas de cáñamo.

Con un peso aproximado de 1,135 kg, el Kestrel es una alternativa de muy bajo costo (alrededor de U$D25 mil) debido a que el cáñamo es una planta que no requiere una inversión mayor, pues se nutre a través de los rayos del sol. El motor que lo impulsa fue desarrollado por TM4 Electrodynamic Systems, una compañía con sede en Quebec. No han surgido mayores detalles desde su lanzamiento hace un par de años, pero sabemos que sólo se encuentra disponible en territorio canadiense.