Por la selva con un Fiorano

Hace un par de años recibí una llamada desde Italia. Había sido uno de los pocos periodistas ...
05/07/2008

Javier Fueyo

Los autos que iban a realizar la aventura: una pareja de 599 Fiorano: uno rojo y otro azul. La cosa iba por etapas, y me tocó Centroamérica: Panamá, Costa Rica y Nicaragua. La verdad no parecía a priori el mejor terreno para manejar un auto de 620 HP de potencia, pero sí parecía que iba a ser una experiencia inolvidable. Lo fue. Ciertamente era algo mucho más emocionante que cruzar las famosas autopistas alemanas a 186 mph (300 km/h). No por la velocidad, sí por la cantidad de improvisos, situaciones insospechadas y tantas y tantas trampas por la carretera.

Hubo de todo en aquella aventura de contrastes. Desde un desembarco nocturno en la ciudad de Colón (Panamá), pues la carretera panamericana tiene un tramo intransitable entre el norte de Colombia y el sur de Panamá y hubo que montar los autos en un barco, hasta un amago de detención en el norte de este país. Y es que todos los países de America Latina no son iguales, quiero decir que la policía de todos estos países no está igual de corrompida. Y del “como arreglamos esto oficial”, pasé inmediatamente a ver los grilletes cerca de mis muñecas. No llegaron a cerrarlos pues inmediatamente reaccioné y dije que era una expresión habitual en otros lugares para poner fin a un conflicto de ese tipo.

En aquella superprueba con la pareja de Ferrari también pasamos mucho tiempo en la aduanas entre los distintos países. Un tiempo precioso para comprobar lo que es un “border” en Centroamérica. Sin duda un crisol de actitudes, comentarios, gestos, dineros –por delante y por detrás- y muchas experiencias que sólo se pueden vivir cerca de esas líneas imaginarias que dividen a los países, y que a veces los separan tanto que parece haber un océano por medio. Llegamos a Managua, no sin antes haber desecho por completo un rin en un agujero de la carretera, que por su tamaño parecía que vivía allí una familia numerosa. Allá nos recibió una representación del cuerpo diplomático italiano en la ciudad. Atrás había quedado una de las aventuras más locas que se pueden hacer con un Ferrari. Es, nuevamente, la dura vida de un probador de autos, aunque la próxima vez atacaré con algo de motos, que también tienen historias largas para contar.

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Una colección de 60 fotografías que representan el espíritu de aventura se han reunido para una exposición especial en la Real Sociedad Geográfica (IBG) en Londres, para celebrar, justamente, el 60 aniversario de Land Rover. La exposición, llamada Retratos de Aventura, estará abierta al público del 22 de julio al 3 de agosto del 2008.

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