La visión de negocio que tienen los dealers no es muy clara aún, pues básicamente quieren hacer lo mismo que GM pero con menores costos. Eso, sencillamente, no producirá ningún resultado provechoso. Sin embargo, hay puntos muy positivos. Por ejemplo, al comprar el nombre, GM no tendría que pagar miles de dólares en compensaciones por despidos y cierres de concesionarios, mientras que los dealers tendrían de qué comer.

El problema radica en que los dealers saben vender, pero no hacer autos, y sin el know how de General Motors, Saturn se quedaría sin qué ofrecer, y ahora con más veras, cundo sus productos provienen enteramente de Opel. De manera que el segundo paso sería buscar un padrino que sepa hacer carros, por ejemplo, algún fabricante chino que quiera entrar con fuerza a USA.