Moisés Saldívar - @tu_tuiter

Las nuevas tecnologías automotrices son concebidas, desarrolladas y producidas todo el día, todos los días, durante de todos los meses de todos los años. Al menos así ha sido desde hace algún tiempo, esto como respuesta a la creciente exigencia de ofrecer vehículos de impecable calidad, que garanticen una larga vida útil y protejan la integridad de los tripulantes. No obstante, hay ocasiones especiales en las que la tecnología trasciende el ritmo del progreso y se adentra en territorios desconocidos.

Las tecnologías de conducción autónoma se encuentran en medio de la polémica desde hace un par de años, debido a las posibles repercusiones que podrían provocar en el funcionamiento de la industria automotriz tal y como la conocemos. Imagínenlo por un momento: vehículos con funciones automatizadas e inteligencias artificiales, capaces de conducirse a sí mismos bajo la supervisión de un "operador" que en raras ocasiones tendrá que intervenir, o siquiera tocar el volante. De cierta forma, podría decirse que conducir se convertirá en una actividad recreativa, pues ya no será necesario perfeccionar el arte de acelerar, frenar y girar el volante para llegar del punto A al punto B. Sería el cambio más significativo en la industria desde la invención del motor de combustión interna.

En fechas recientes, Mercedes-Benz ha acaparado de nueva cuenta los reflectores con el lanzamiento del camión autónomo Actros, un vehículo equipado con el sistema de conducción autónoma Highway Pilot, que fue probado durante una demostración pública realizada en la Autobahn 8 (cerca de Sttutgart). A bordo del Actros viajó Wolfgang Bernhard, Director Ejecutivo de Daimler Trucks, quien ayudó a supervisar el sistema Highway Patrol. Dicho dispositivo emplea un radar de onda corta para determinar la cercanía de otros vehículos (hasta 70 m de distancia). Decenas de sensores, el radar y una sofisticada cámara de alta definición actúan junto con Active Cruise Control y Active Brake para identificar señales y obstáculos en el camino, así como para guiar el volante.

No obstante, el conductor debe estar atento y siempre preparado para tomar el control. Para llevar a cabo esta demostración, Mercedes obtuvo un permiso especial expedido por autoridades alemanas de tránsito. La única condición fue conducir el Actros en modo semiautónomo a una velocidad máxima de 80 km/h. No se pierdan toda la acción en el video adjunto.