Javier Fueyo

Como es usual en Volkswagen en este tipo de vehículos que no cubren un nicho muy especial, la apuesta en cuanto a apariencia prefiere irse por el lado conservador para agradar a gustos más generales. La zaga tiene cierto parecido con el Audi A4 B8. Se destaca que el frontal no es idéntico al del Golf de sexta generación. Por dentro la disposición de los mandos se mantiene muy similar y lógica aunque cambian algunas piezas del tablero. El diseño del habitáculo así como algunos rasgos de la carrocería ya los habíamos visto en el prototipo NCC de principios de año.

Pese a que crece nueve centímetros en su longitud con respecto a su predecesor aparecido en el año 2005 (mide 4.64 metros) y se sigue ubicando entre los sedanes más grandes del segmento C, el nuevo Jetta aún no se posiciona entre los más voluminosos de su categoría y mantiene unas dimensiones razonables que no lo ubican tan cerca de las berlinas medias actuales.

Poniendo en evidencia una evolución más profunda comparado al anterior Jetta, la distancia entre ejes crece siete centímetros, por lo cual es de esperarse una ganancia sensible en el espacio interior destinado a las plazas traseras, que Volkswagen declara asciende a los 6.7 centímetros. La anchura y la altura se mantienen prácticamente invariables.

Entre el equipamiento de serie más importante se anuncian seis bolsas de aire, control de presión de los neumáticos, control de estabilidad (ESP) y rines de hasta 18 pulgadas de diámetro. Algunos acentos interiores podrán ser sustituidos directamente en el concesionario en caso de desear una unidad más personalizada.

Para América la gama de motores será en el momento del lanzamiento la misma del Jetta actual: un cinco cilindros en línea de 2.5 litros que entrega 170 caballos de potencia y un 2.0 TSI de 200 HP, que equipará el nuevo GLi a principios de 2011.

Además de este par de propulsores se estrenará un cuatro cilindros Diesel Common-Rail (antes de bomba-inyector) de dos litros y 140 caballos que ya estaba a la venta hace un tiempo en Europa, destacan un torque de 320 Nm y un consumo medio de 14.4 kilómetros por litro.

Todo parece indicar que las transmisiones serán las mismas del modelo actual, en donde la DSG de seis relaciones queda reservada a los motores turboalimentados TSI y TDI, mientras que otras variantes podrán llevar una manual. No se hace mención directa en el comunicado a la caja Tiptronic de seis cambios de los Bora/Jetta de quinta generación, pero es de esperarse que se conserve.

En Estados Unidos se venderá desde 15,995 dólares. Volkswagen declaró que desarrolló un chasis específico para América, del cual se rumora -esperamos confirmarlo próximamente- que no tendrá el mismo sistema de suspensión trasera del modelo europeo, para reducir costos.