Los siete modelos Last Call de Dodge, con la presentación del Dodge Challenger SRT Demon 170 el pasado marzo en Las Vegas, ponen oficialmente el punto final a dos sagas de muscle car legendarios. Queautocompro.com se ha sumado a la “última llamada” de Dodge para decir adiós a sus míticos Challenger y Charger probando una de esas ediciones especiales de despedida: el Dodge Challenger Black Ghost 2023.
Se trata de una moderna interpretación del Black Ghost original, un Challenger RT SE 1970 negro edición especial que arrasó en las carreras callejeras en la ciudad de Detroit y, en especial, en la icónica avenida Woodward. Su apodo se lo ganó por su fama de vencer y “desaparecer”, inmediatamente, sigilosamente, sin saborear las mieles del triunfo. Esta actitud esquiva tenía una explicación. Su propietario, Godfrey Qualls (“GQ” nada que ver con la exitosa revista masculina de Conde Nast), era un policía local y ex soldado, al que, por motivos obvios, no le convenía hacer demasiado alarde de sus carreras clandestinas por las calles de la ciudad.
No se trata simplemente de una leyenda local. En 2020, el vehículo de Qualls se ganó un lugar en el Registro Nacional de Vehículos Históricos (en Estados Unidos) y permanece con la familia Qualls hasta el día de hoy.
El Black Ghost original estaba preparado con piezas elegidas por “GQ” sabiamente del catálogo de personalización de la marca y equipado con un motor HEMI 436, de 425 hp, 490 lb-pie y sin silenciadores, acoplado a una transmisión manual de cuatro velocidades.
Más de 50 años después, el homenaje de Dodge a aquel legendario vehículo toma forma no solo en el nombre sino en el espíritu con detalles estéticos que recuerdan irremediablemente al “Fantasma Negro” original. Nos referimos al color exterior negro Pitch Black, al gráfico en el techo de vinilo con apariencia de piel de caimán, al emblema Midnight Metallic SRT en la parrilla o a la franja blanca alrededor de las salpicaderas traseras.
El Challenger Black Ghost contemporáneo enamora a los amantes de las prestaciones. Sobre todo, al saber que su tren motriz, integrado por el HEMI V8 supercargado de 6.2 litros del Redeye, aunque con 10 hp más, y una muy apropiada transmisión automática TorqueFlite de 8 velocidades, es una maravilla tecnológica capaz de generar 807 hp y 707 lb-pie de torque.
Visualmente, no hay ninguna pista estética que nos confirme que comparte motor con el Redeye. Si abrimos el capó, vemos un emblema Challenger en lugar del logo del felino de fauces abiertas y ojos rojos. Será al ponernos al volante y arrancar el motor cuando el zumbido atronador del sobrecargador nos confirma su identidad.
En un paseo tranquilo por las calles de Miami, el Black Ghost se comporta como un cómodo sedán de asiento elevado con unas suspensiones que filtran bien el asfalto irregular y bacheado de ciertas calles de la ciudad.
Tras unos minutos de sosiego pasamos a la acción para ver si encontramos algo del Black Ghost original. Con un 0 a 60 mph en la horquilla de los 4 segundos, el lanzamiento desde parado implica mucha concentración ya que, con los descomunales neumáticos con que viene equipado de medidas 305/35ZR20, hay que estar muy fino para evitar pérdidas de agarre y derivas indeseadas. Mantener la línea recta tiene su mérito. La salida es meteórica y divertida. Capaz de hacer el cuarto de milla en 11.8 segundos a 124 mph. ¿Sería capaz de ganar al “fantasma” original?
En manejo deportivo, alto de revoluciones, el Black Ghost transmite confianza a pesar del cabeceo de la carrocería en el paso por curva, gracias al control de chasis, a una dirección comunicativa y a un sensible acelerador. Hemos logrado domar a esta bestia de casi 4,000 libras de peso y 807 hp.
Por dentro se respira el aire de familia del Challenger aunque con la personalidad propia que le confiere el dominio del color negro en forma de cuero Alcantara y fibra de carbono y ciertos detalles, emblemas y logos exclusivos. La sensación que uno tiene es de hallarse en un interior de primera clase y bastante espacioso, al menos si lo comparamos con la media del segmento.
La original personalidad del Black Ghost continúa en el exterior. Si ya mencionamos el techo de vinilo con apariencia de piel de caimán, la franja blanca trasera y el emblema Midnight Metallic, es el momento ahora de centrarnos en otros detalles quizás menos obvios, pero igualmente peculiares.
Así en homenaje a sus modelos clásicos, la insignia cromada en el capó del Black Ghost con las letras Dodge separadas y flanqueadas por sendos pines actúa proporciona un llamativo contraste al riguroso negro Pitch Black de la carrocería, como también lo hace la tapa cromada del depósito en el panel trasero del lado del conductor.
Una mirada a los rines Warp Speed de 20×11 en carbono satinado nos descubren unos descomunales discos de freno con calipers de seis pistones en color negro.
El precio de esta modelo Last Call supera los $100,000 (99,315 + gastos de envío) y lo que se obtiene es un futurible modelo vintage (solo se han producido 300 unidades) basado en un Challenger SRT Redeye Widebody Hellcat con 10 hp más de potencia y detalles muy personales.
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