He tenido la suerte de conducir un Ford 2024 Mustang GT convertible durante una semana, y aquí les cuento mi experiencia y detalles de esta preciosura de auto, dotado de un potente motor en V8, con una nota de escape que anunciaba mi llegada a casa con dos cuadras de anticipación.
Cada país tiene símbolos que le identifican, y los de Estados Unidos, están entre los más queridos y odiados mundialmente. El águila calva o la efigie del Tío Sam con su sombrero de copa extra alto son los menos populares, mientras que la Estatua de la Libertad quizá el más valorado.
Ford, el legendario fabricante de automóviles, tiene la dicha de contar con uno de estos emblemas reconocidos y admirados en el mundo. Es la esfinge del caballo galopante que identifica al Ford Mustang, simbolismo del galope libre y sin ataduras de estos caballos por las llanuras norteamericanas.
Creo que no hay mejor forma de identificarse con esa sensación de libertad y trote brioso, que conduciendo un Ford Mustang GT convertible.
El Mustang estrena su séptima generación, y los cambios son abundantes, sobre todo en apariencia y tecnología, pero, aún así, esta podría ser más una revisión que una nueva generación. También es cierto que el Mustang saliente era tan bueno, que no sería necesario “rehacerlo” de nuevo.
El modelo Mustang GT como el de nuestra prueba viene con una actualización de equipo opcional Performance Pack, o paquete de rendimiento. El Performance Pack agrega diferencial de deslizamiento limitado, ruedas y neumáticos más anchos, frenos Brembo más grandes y una suspensión de amortiguación activa MagneRide, entre otras mejoras mecánicas. Ford adiciona un freno de estacionamiento electrónico que copia la forma de una palanca de freno de mano tradicional, que permitirá hacer “drifting” de forma más fácil.
Puede que no conozcas muchos sobre autos, pero cuando pasas cerca de un Ford Mustang, seguro lo reconocerás. El rediseño del 2024 agrega elementos modernos, sobre todo en las luces o en el maletero donde los cambios son más notables, pero la parrilla abierta frontal nos hace recordar al Mustang de primera generación. Los modelos GT se diferencian de los EcoBoost por un extractor en el capó, que les imprime más personalidad, así como el conocido distintivo “5.0” encontrado en los guardabarros. Mirado en su conjunto, creo que el rediseño también ha agregado una cuota de agresividad, exhibida en líneas de diseño más nítidas y tensas que le sitúan muy bien al Mustang.
Los cambios interiores son más dramáticos, y es fácil advertir el propósito de modernizar este icónico modelo. Está más centrado en la tecnología, con la opción de dos pantallas o una en forma curva más grande, que se extiende a lo largo del salpicadero en la parte del conductor.
Si bien en el exterior hacen guiños al pasado del Mustang, aquí se distancian sin reserva, en lo que parece un intento lógico por atraer a compradores más jóvenes. Los asientos firmes son cómodos y brindan buen agarre en las esquinas.
Hay mejoría en la selección de materiales. Aunque dejan expuestos algunos plásticos duros y brillosos en lugares visibles, el 2024 Ford Mustang está más a la par de sus competidores de General Motors y Dodge, a los que si aventaja en el espacio del asiento trasero y la capacidad en el maletero.
Como antes apuntamos, la presencia de grandes pantallas (13.2 pulgadas para el infoentretenimiento y 12.4 para los indicadores digitales) trae al Mustang a la era moderna. Para operar el sistema de información y entretenimiento utilizan Sync 4, la versión más reciente del software de Ford, con gráficos nítidos y excelente respuesta a las entradas en la pantalla táctil. La pantalla de indicadores digitales se puede customizar de varios modos, incluyendo uno retro.
El sistema de reconocimiento de voz lo advertimos muy mejorado, y siguiendo la tendencia de muchos autos modernos, el control de los ajustes de clima está básicamente ceñido al infoentretenimiento, una elección casi siempre incómoda para atinar con los dedos un simple cambio de temperatura. Por suerte. Ford coloca muchos accesos directos en la parte inferior de la pantalla.
Las prestaciones de seguridad son muy amplias, y solo dejan para agregar el control de crucero adaptativo y el reconocimiento de señales de tráfico.
Nuestra prueba transcurrió en un Ford 2024 Mustang GT convertible, con el portentoso motor Coyote en V8 de 480 caballos de potencia. Quienes se sientan intimidados por tanta intensidad, podrían optar por el Mustang EcoBoost, con un motor actualizado de 315 caballos, donde no encontrará opción de transmisión manual.
Por muchos años hemos tenido la oportunidad (privilegio diría yo) de probar modelos de Mustang, incluyendo el ya descontinuado Shelby GT500, y si bien podemos afirmar que la sensación visceral que sentimos conduciendo estos deportivos no a menguado, si es cierto que las mejoras tecnológicas introducidas este año hacen de la experiencia de manejo una aún más compuesta.
Destacan la respuesta auténtica de la dirección asistida eléctrica o el excelente sistema de suspensión magnética adaptativa, capaz de mitigar impactos bruscos provocados por imperfecciones de la carretera. Con neumáticos Pirelli P Zero de inmejorable agarre, llevamos al Mustang GT a las sinuosas carreteras secundarias fuera de la ciudad, para experimentar la excitación propia de conducir al aire libre, entrando a curvas cerradas a la velocidad que solo un deportivo bien dotado como este puede permitir.
La fuerte banda sonora es otro aditivo al goce. Ford ha acoplado opcionalmente un sistema de escape que puede atenuarse durante la conducción diaria o al arrancar, para evitar incomodar a ecologistas radicales aterrados por tanto alboroto.
Donde los ecologistas ganaran cualquier disputa es arremetiendo contra las cifras de consumo. Con transmisión manual, nuestro GT promedio 20 millas por galón, unos 11.76 litros cada 100 kilómetros. La transmisión automática mejora ligeramente estos números, mientras que el Mustang EcoBust es el más eficiente.
Para elegir un Ford Mustang 2024 hay seis opciones: EcoBoost, EcoBoost Premium, GT, GT Premium, Dark Horse y Dark Horse Premium. Los estilos de carrocería están limitados a coupe o fastback y convertible. Mientras que aquí solo hemos mencionado las versiones movidas por combustible, es apropiado acotar que existe una versión eléctrica, el Mustang Mach-E SUV.
El más económico Mustang EcoBoost coupe se puede adquirir por $30,920, o $900 dólares menos en la versión convertible. El Mustang GT comienza en $42,495 y está solo disponible como fastback o cupe. Para adquirir un GT convertible tendría que optar por la versión Premium de $52,515.
El tope de gama Dark Horse Premium tiene precio base de $63,265.
La competencia más implacable siempre ha provenido de sus análogos de Detroit, el Chevrolet Camaro o el Dodge Challenger. A la lista podríamos incorporar otros modelos, como el Nissan Z o Toyota Supra.
En su séptima generación, el 2024 Mustang GT se mueve cautelosamente entre la tradición que lo ha hecho grande, y la necesaria modernización para atraer compradores más eruditos en tecnología, y al mismo tiempo, no quedar rezagado frente a su competencia.
Esta es la expresión no distorsionada o edulcorada de un “muscle car” o auto potente norteamericano, que quienes no se sientan aturdidos por su escandaloso escape y sepan sacarle partido a la conducción con ambos pies, disfrutaran de una experiencia inolvidable, que quizá en una década más, solo estará disponible en videos de YouTube.
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Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.
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