Jose Carlos De Mier - @GPSmediaexperts

Carta abierta para despedir a Automóvil, el medio automotriz más potente que tuvo el mercado mexicano, penúltima víctima del Covid-19.

Automóvil cierra el garaje de México. No por ser una noticia anticipada la mala-nueva entristece menos. He visto pasar posteos de los que formasteis parte de Motorpress. No tenía mucho que añadir a vuestros recuerdos. Lo bueno de la gente buena es que se queda con lo mejor y olvida los malos momentos. Yo tengo la impresión de que es más un hasta luego que un adiós definitivo.

Aunque ya hace 10 años que dejé Televisa (después de 10) y Motorpress después de buff, treintaitantos! Hay recuerdos que siguen vivos como si fuera ayer. Mi llegada a México con Yoli, mi compañera y Tarik, nuesto Ca de Bou, es el capitulo más importante de mi carrera profesional y vital. Me dieron las llaves de una Explorer con llantas asesinas y como usar la lupa de la Guía Roji, desde la Residencia Polanco me enseñaron la dirección a Santa Fe.  Llegaba, los primeros días no se bien como, pero llegaba. Era otro México. En el imponente edificio que Legorreta diseño para Televisa me reservaron un “pupitre” blanco con una compu de los 90 y un sacapuntas eléctrico :-). Así empezó la aventura en el 2001, Juan Hernández (el primer jefe en Luike que me sentó en la redacción), Juanma García ya habían puesto los cimientos de Automóvil Panamericano, el encargo de mis capitanes Samaranch y Carrera (normalmente me embarcaban y se desaparecían, de ahí el rango de Capitanes) era hacer crecer esa compañía. En México me encontré con otro Carrera (¡qué suerte la mía!) y con Eduardo Michelsen, finanzas y editorial de Televisa en sintonía para generar negocio y riqueza para todos.

Y vaya que sí la hicimos crecer, la multiplicamos por 5 en ingresos, por 10 en títulos y por 1000 en capital humano. Buscamos por debajo de las piedras para encontrar a los mejores colaboradores, no tenían que se periodistas, tenían que saber comunicar y sobre todo tener pasión por los autos y ganas de trabajar duro (@frankymostro no me dejará mentir)

Juanma se regresó a España, Chan se hizo cargo de la revista por unos meses pero escuchó al “lado oscuro” y se fue a Honda, hoy le va súper bien en Canadá y por la magia de las redes sociales seguimos en contacto.

Dirigiendo que es gerundio

Ahí me quedé yo como director de la revista, no era para lo que vine pero reconozco que me hizo ilusión dirigir y firmar la editorial un par de números. Reconozco que tuvimos algunos golpes de suerte. Me van a perdonar los argentinos pero el Corralito nos hizo un favor. Nos trajimos a Miranda desde Baires, luego le siguió Speratti el fotógrafo que cambió la manera en como se retrataban los autos en México y me atrevo a decir que en todos nuestros competidores de la época. Por cierto, no puede faltar una mención a Motor y Volante, la revista decana en México. Novaro no se la puso fácil a mis antecesores pero no hay nada que el tiempo no vaya acomodando. Recuerdo muchos otros competidores, imposible nombrarlos a todos, profesionales, señores del periodismo con los que fuimos forjando una amistad y respecto profesional. Puestos a recordar algún momento difícil me acuerdo de la relación de mierda que teníamos con BMW, Karin Goyer, una ejecutiva de armas tomar, nos había tachado de la lista y esa fue una de las primeras cosas que tuve que resolver. Acabamos siendo buenos amigos, tanto profesionales como personales.

Fueron muy buenos años, el mercado de México se abría, llegaban nuevas marcas, Porsche, Audi, SEAT, Peugeot, Renault, Mitsubishi el mercado crecía, los consumidores necesitaban más información, los aficionados querían más diversión y Automóvil se lo podía dar todo. En web desde el 2000 gracias a un acuerdo pre-burbuja con Terra, en papel y hasta en la tele. Pudimos crear Automovil TV y apuntalar la fortaleza de la marca, luego Barri puso el pié en la radio, lanzamos Autoplus para proteger a la joya de la corona, Maxi Tuning antes de que Motorpress comprara el título en España, libros, especiales, Car of the Year, Automóvil Colombia, Automóvil Chile, Myautomovil para el mercado hispano de USA, hemos regalado motos, coches…Trabajamos un chingo y nos divertimos el doble.

Nunca antes una revista había vendido 100 mil ejemplares y había tenido las cifras de lectoría en el EGM que conseguía nuestra querida AP (Automóvil Panamericano) compitiendo con títulos generalistas. Estábamos subidos en un V8 con motores eléctricos adicionales en cada eje, un cañón. La mejores portadas, las máxima paginaciones llegaban al final del primer lustro del 2000.

No todo es color rosa

También algunas malas noticias como el secuestro de Matarre, nuestro director de publicidad, cuando manejaba un Golf R32 de pruebas o el de Paz, la compañera de Miranda que nos desapareció una noche interminable. Gracias Paz por regresar a México y dejarnos unos meses más a Fernando, entonces al cargo de Sport Life y supervisando todo lo editorial.

Ya había llegado el necio de Barranco a ocuparse de Automóvil. Colega español amigo desde mis primeros días en Motociclismo, parecía imposible que se adaptara a México y acabó rompiéndola. El Rey de los Operativos (las pruebas especiales de Automóvil) hasta abrió oficina en Canadá con todos los viajes que organizó en América.  A el le tocó organizar algunos de los grandes hitos de la revista, los mejores eventos y navegar los años de la crisis del 2008.

El “primo” Ocampo y Hernán Aceves lo siguieron al frente del buque insignia que ya empezaba a hacer agua por la crisis económica y por la situación de los medios tradicionales. Herny, que sepas que te perdono que me cerraras Automóvil Colombia y ahora México, pero no olvido, cuida tu espalda 🙂  Me quedo sin embargo con tu magnífica respuesta cuando te pregunté si tenías un artículo: “si (me dijo sin pestañear), me falta el texto, las fotos y los pies” ¡Fantástico! También tengo la del Primo: “necesitamos editores que sepan escribir”. Sigo pensando que a escribir se puede enseñar/aprender, la pasión se lleva dentro, no se puede enseñar, quizá se contagia.

Me he desordenado un poco y no quiero dejar de mencionar lo importante que para todos fue el lanzamiento de Motociclismo. Lo primero, se libraban de mi en Automóvil y así podían trabajar con un poco menos de presión, ¿verdad?. Impulsar el Action Team y conseguir talento para hacerlo crecer también nos llevó mucho tiempo y nos dio muchas satisfacciones además de permitirme conocer lugares mágicos de México. Tantas cosas, tantos proyectos, tantos especiales, tantas peleas productivas con una organización como la de Televisa que no entendía la mitad de lo que queríamos hacer. ¿Quieren lanzar una revista de motos? En México a nadie le interesan las motos. Han pasado 18 años y ha tenido que venir una crisis como la del Covid-19 para acabar con Motoci. Nacio matarrestral, la periodicidad que le dio Wiwi cuando le apetecía trabajar, y ha sido mensual 15 años, sin duda contribuyendo al crecimiento de un mercado motociclista de ocio que de otra manera hubiera permanecido azorrillado.

No quiero dar la impresión equivocada. Esto no es mérito de los que mandábamos, es mérito del equipo. En Motorpress todos contribuían: administración, no se que hubiéramos hecho sin Alejandra o mi Sandy, circulación, voceadores, producción, pre-prensa, diseñadores, grandes diseñadores que aprendían de autos y de motos, programadores, las chicas de Marketing y Juanito Adlercreutz, hasta ventas ¡carajo! Conseguíamos contagiarles de vez en cuando por la pasión en lo que proponíamos, por loco que fuera.

Las cosas no siempre son fáciles. Algunos no se adaptaron, a otros tuvimos que dejarlos ir, cometimos fallos, algunos se nos enamoraron y se fueron a Alemania, muchos crecieron, ¡crecieron muchos! Nos robaron talento, alimentamos de talento a competidores e industria y muchos tuvimos la suerte de contar con grandes jefes, con guía para nuestro día a día y desarrollo profesional que nos puso las cosas más fáciles, o al menos nos suavizaba los golpes.

Se que los últimos años no necesariamente los que peleaban con el trabajo editorial de cada día tuvieron el apoyo de buenos jefes, de lideres que compartían su pasión y sin duda eso aceleró un proceso de cierre total. La historia debería haber sido distinta, no voy a ocultar mi frustración, creo que Automóvil no solo merece vivir, es necesaria en el mercado y posible, como toda marca tradicional, transformada y actualizada.

En la última etapa pude volver a colaborar y publicar algunos artículos. También ayudé a Joaquin Ruhi, nuestro director técnico en QAC, a cumplir su sueño de publicar en una revista impresa. Está claro que Automóvil me ha dado cosas pequeñas, grandes y muy grandes.

Por supuesto, esta es mi historia y como decía mi jefe chileno el señor Sepúlveda Edwards, siempre hay 3 verdades: la mía, la tuya y la verdad. Termino como empecé, dándole las gracias a todos los que lo hicieron posible y deseándoles a todos muchos éxitos profesionales y personales. No los he podido nombrar a todos, ni era la intención, pero quiero que sepan que les agradezco a todos y cada uno, de todos aprendí algo y tengo la suerte de seguir en contacto con muchos de ustedes para seguir creando recuerdos y proyectos.

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