¡Se terminó la gasolina!

Sexta Etapa: Ruinas de Copan, Honduras – Siguatepeque, Honduras. Miércoles 26 de noviembre. Seguimos viajando contra reloj, ...
28/11/2008

Javier Fueyo

Como recordarán, el remaldito navío se adelantó, y lo único que nos ayuda por ahora es que el TIGUAN -aunque exigido- responde a las mil maravillas.

Son las 7:00 hs. Dejamos el hotel, recorremos 5 calles y entramos a una gasolinera. Hoy dejaremos atrás la ciudad-pueblo Ruinas de Copan, y trataremos de llegar, por lo menos, hasta la frontera con Nicaragua. Será un largo día de muchos kilómetros, tratando de no viajar de noche, que ya cae como un yunque a las 17:30 hs. Me detengo al lado del surtidor.

-Señor, no tenemos gasolina –dice el hombre de la Texaco, que está sentado tomando el sol mañanero en una quejumbrosa silla de mimbre.
-Ok. ¿Dónde queda la siguiente estación?
-No hay gasolina en toda la ciudad, señor.
-¡Cómo que no hay gasolina en toda la ciudad! No puede ser.
-Si, nadie tiene gasolina hoy. Hasta que vengan los camiones.
-¿¡En todo Copan no hay gasolina?!
-Sí, en todo Copan no hay gasolina. Desde ayer.
Miro al aguja…tanque vacío. Miro el reloj, el día, pienso en el barco de Panamá, la llave del TIGUAN que tiene que llegar a Patagonia.
No hay gasolina.
¿Será que podrán mandarme un camión cisterna desde México?

EL QUE ESPERA, DESESPERA
Esperamos.
Y esperamos mas.
Y seguimos esperando. La fila de automóviles llega a 200 metros. Si nos vamos a recorrer los alrededores perderemos el lugar. Mejor nos quedamos. Y esperamos. Y dormimos. Y bostezamos. Y bajo el calor y los mosquitos, esperamos. El calor agobia. La humedad se adhiere a la ropa, la piel, los ojos. Las guacamayas chillan desde la selva. El tapizado de cuero del TIGUAN se pega a la espalda, y las gotas de sudor bajan por la espalda como torrentes. Y esperamos.
Copan espera la gasolina para recobrar su movimiento. Mientras tanto duerme la siesta. Mientras tanto el mundo gira. Mientras tanto los segundos son minutos. Los minutos, horas. Y las horas, siglos.

Son las 16:00 hs. Un camión tanque entra lentamente a la estación. Bendito líquido que hace mover el mundo.
Tanque lleno, partimos. Veremos hasta donde hoy nos deja llegar el destino.

El camino atraviesa las Cierras Gallinero. Región selvática, bananera, y de malaria.
Honduras es el país numero 117 en la lista de naciones en “vías de desarrollo”. La desigualdad social es una de las mas altas del globo, aunque su gente -los catrachos (hondureños) son cálidos y amables. El país tiene un encanto mágico, donde se mezclan los Tapires bebiendo agua de los ríos que atraviesan la carretera, hasta los coloridos Quetzales que surcan los cielos azules. Y por supuesto, las benditas bananas. Es precisamente Honduras el país donde nació la expresión “Banana Republic”.

Desde el siglo 19 los americanos cruzaban en todo tipo de embarcación desde Miami hasta las costas hondureñas, y se llevaban las bananas. En 1918, el 75% de las tierras fértiles de Honduras pertenecían a compañías americanas que se llevaban todo a los Estados Unidos. “¿De donde traen la fruta?” –preguntaban los aduaneros americanos a los exportadores. “De una república bananera de Centro América”, respondían estos con justicia, ya que el producto principal eran las bananas, y políticamente era una república. Con el tiempo la expresión República Bananera se deformó, y los americanos pasaron a usarla para definir todo lo que quedara al sur del Río Grande, desde México hasta Argentina, y todo lo que fuera considerado 3er mundo, injusta “medida de calidad” de un país, usada arbitrariamente por las naciones potencias. Yo en cambio pondría 1er mundo, por la calidad de sus pueblos, a latinoamérica.

Honduras es el segundo país más grande de Centroamérica (después de Nicaragua) y no deja de tener sus riesgos, aunque justo es decir que hoy en día el planeta entero es peligroso. Es como que la maldad de la gente ha aumentado. Hay mayor agresividad, mayor apego a las cosas materiales, y menor valorización a la vida misma. En el 2001, Ricardo Maduro ganó la presidencia de Honduras, asegurando que acabaría con el crimen. En 1997 su propio hijo había sido raptado y asesinado. Esto me recuerda que el hijo del presidente Menem, de Argentina, también fue asesinado. Como sea, Honduras pertenece al trío de los 3 países difíciles de Centroamérica (o los menos queridos) junto a El Salvador y Nicaragua. Sin embargo, los hondureños están tratando para que las cosas marchen mejor. Por ejemplo, atienden muy bien al turista. Por ahora ninguno le gana a México en atención, pero lo están tratando

Estamos atravesando San Pedro Sula, una ciudad puerto caótica y peligrosa, donde abundan incluso las gangas. Ahora tomamos la CA5, pero a las 17:45 nos cierra la noche. La ruta tiene mil curvas, las montañas están negras, llueve. La neblina cubre la carretera y los valles interiores. Una neblina espesa que parece algodón, y que no deja ver ni a 2 metros delante. “Abandonen, parece susurrar la neblina, advirtiéndonos. Pero ¿dónde paramos?. Este es uno de lo grandes problemas de Centroamérica. No es que uno llega a cualquier pueblito y se queda. Hay que tratar de llegar a una población mas o menos importante, y hay pocas.
Llegamos a Siguatepeque, 45.000 habitantes, mucho polvo, pero un restaurante español sobre la ruta donde se come como los dioses.

EL DIA DESPUÉS
Son las 5:00 hs. Todavía no salió el sol y ya han comenzado a cantar todos los gallos de la ciudad, y a ladrar todos los miles de perros. ¿Por qué en nuestros países habrá tantos perros sueltos, por todas partes? Mejor partimos. Tenemos que pasar la capital, Tegucigalpa, y llegar a Nicaragua, la frontera imposible.

Emilio Scotto y Mónica Pino
Seguimos a toda máquina

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