Luego de tres años como CEO de Ford, Jim Hackett anuncia su retiro. El cargo será ocupado por Jim Farley, director de operaciones de la automotriz. Como muchas marcas, Ford ha tenido cambios importantes en su directiva en los últimos años. Repasemos las dos últimas décadas.
A lo largo de la historia, prácticamente todas las marcas de autos han pasado por momentos difíciles que han obligado a cambios abruptos en sus altas esferas. Esto parece haberse recrudecido en los últimos años, en que acumulamos la crisis hipotecaria, una crisis petrolera y, ahora, la crisis por la pandemia de Covid-19. Salvo quizá PSA –hasta ahora-, todas las marcas de autos han tenido que cambiar a sus altos directivos por circunstancias varias, algunas más graves que otras. Recordemos el DieselGate en Grupo Volkswagen, el caso Carlos Ghosn en Renault-Nissan, la muerte de Sergio Marchionne en FCA, la obligada dimisión de Andy Palmer en Aston Martin, o el retiro por salud de Osamu Masuko, presidente de Mitsubishi, por mencionar algunos.
La última noticia atañe a Ford, cuyo CEO, Jim Hackett, se jubilará a los 65 años. Trasladémonos dos decenios al pasado para repasar los cambios de timón que han afectado a la firma de Dearborn. 2000, el CEO de Ford es Jacques Nasser. Nacido en Líbano en 1947, su familia se mudó a Australia cuando tiene cuatro años. Graduado de administración de empresas por el Royal Melbourne Institute of Technology, su carrera comenzó en Ford un poco antes, al realizar ahí sus prácticas profesionales.
Se unió a Ford Australia en 1968; y a Ford Global en 1973. Desempeñó diversos puestos en Asia-Pacífico, Oceanía, Europa y Latinoamérica, donde incluso sufrió un secuestro de dos días por grupos extremistas. Nasser habla con fluidez árabe, inglés, español y portugués. Su ascenso y su gusto por el recorte de costos fueron bien visto, de modo que fue nombrado vicepresidente en 1996. En 1999, al jubilarse Alex Trotman, fue nombrado CEO y presidente de la automotriz.
Nasser fue responsable de la adquisición de Volvo y Jaguar-Land Rover, a las que integró al ‘Premier Automotive Group’, junto con Aston Martin, Mercury y Lincoln. Tuvo de afrontar el escándalo de los accidentes de la Ford Explorer con neumáticos Bridgestone/Firestone, lo que causó una ruptura entre ambas empresas tras 100 años de relaciones, que incluían un matrimonio. Luego de alcanzar ganancias históricas, las acciones de Ford se desplomaron. Nasser dimitió en 2001, actualmente es directivo de 21st Century Fox y Koç Holding.
Le sucedió en sus cargos William Clay Ford Jr., bisnieto de Henry Ford y de Harvey S. Firestone, ambos fundadores de las empresas homónimas. Bill nació en 1957 y cuenta con una maestría en historia por Princeton y una maestría en administración por el MIT. Ocupó varios puestos en la empresa familiar, hasta que se hizo cargo de la división de vehículos comerciales. Al dimitir Nasser, fue nombrado CEO y presidente de Ford.
Bill impulsó la hibridación, así como plataformas comunes entre Ford, Mazda y Volvo. A pesar de mejorar la cartera de productos y de impulsar experimentos como el Thunderbird, la F-150 Harley-Davidson, el StreetKa, el Ford GT o el primer intento de revivir a la Bronco, las ganancias no llegaban a Ford. El consorcio anunció una nueva restructura, que no incluí a Bill Ford como CEO, aunque se mantuvo en la mesa directiva.
En Ford necesitaban a alguien con conocimiento de producto y especializado en alta administración. Donald Petersen, CEO de 1985 a 1990, recomendó a Alan Mulally. Nacido en 1945, se graduó de la Universidad de Kansas con una licenciatura en ciencias, además de una maestría en ingeniería aeronáutica y astronáutica. También cuenta con una maestría en administración por el MIT. Mulally ingresó a Boeing en 1969, donde realizó importantes contribuciones en el área de ingeniería y llegó a ser director ejecutivo.
Sin embargo, Mulally fue ignorado en 2003 y 2005 para ser nombrado CEO, lo que apresuró su salida de Boeing. Aunque definía a su Lexus LS como ‘el mejor auto del mundo’, ingresó a Ford en septiembre de 2006. Mulally trajo de vuela la denominación Taurus y tuvo que afrontar las crisis de la década pasada. El ejecutivo hipotecó los activos de Ford y se deshizo de Volvo, Jaguar-Land Rover y Aston Martin, así como de buena parte de su participación en Mazda. El resultado, Ford fue el único autoconstructor americano que no entró en bancarrota.
Mulally también desapareció Mercury, con lo que Ford volvió a generar ganancias. Alan Mulally pospuso su jubilación hasta los 68 años, pero al final dejó Ford en 2014. Recibió diversos reconocimientos tanto por su desempeño en la industria aeronáutico como en la automotriz, incluyendo Persona del Año 2011 por el Financial Times. Actualmente es ejecutivo de Alphabet y catedrático de la Universidad de Seattle.
Para relevar a Mullaly, Ford eligió a uno de sus principales colaboradores: Mark Fields, entonces director de operaciones de la marca. Nacido en 1961, Fields cuenta con estudios de economía en la Universidad de Rutgers y una maestría en administración de empresas por Harvard. Ingresó a Ford en 1989, donde ascendió rápidamente para dirigir las operaciones de Ford Argentina y luego Mazda en Japón, donde fue nombrado CEO a los 38 años, llevándola a tener ganancias en un récord de un año.
Posteriormente, se hizo cargo del Premier Automotive Group y Ford Europa, donde logró ganancias luego de siete años de pérdidas. Luego que su plan Way Forward aumentara las ganancias globales de Ford, fue el candidato natural para suceder a Mullaly. Sin embargo, la contracción de la industria automotriz en mercados clave como Estados Unidos, Europa y China, hicieron que las ganancias se desplomaran rápidamente, por lo que Fields fue responsable de la cancelación de la planta en San Luis Potosí, México. Al final, se separó del cargo en 2017.
Nuevamente, Ford apostó por alguien con experiencia externa como su nuevo CEO. El elegido fue Jim Hackett, nacido en 1955, tiene un grado en finanzas por la Universidad de Michigan. Luego de iniciar su carrera en Procter & Gamble, Hackett pasó 30 años en la firma de mobiliario de oficina Steelcase, donde fue nombrado CEO a los 39 años. Se unió a la mesa directiva de Ford en 2013 y se hizo cargo de la subsidiaria Ford Smart Mobility, especializada en transporte compartido.
Hackett fue elegido CEO en 2017. Bajo su dirección Ford Motor comenzó a recortar su oferta de sedanes y hatchbacks y se anunció que el fabricante se centraría en SUVs y vehículos eléctricos. También es responsable del lanzamiento de la Bronco y la Mustang Mach-E. Sin embargo, ha tenido que enfrentar la caída constante de la compañía en bolsa, así como la crisis de la pandemia. Quizá por ello, Jim Hackett anunció que se jubilaría un año antes, en octubre de este año.
El nuevo responsable de Ford será Jim Farley, director de operaciones con 13 años de experiencia en la firma. Ha dirigido Lincoln, Ford Sudamérica y Ford Europa. La misión de Farley parece complicada, pero luce optimista: “amo a Ford y me siento honrado por la oportunidad de servir y crear valor para los empleados, clientes, concesionarios, comunidades y todos nuestros accionistas de Ford”, indicó. “Lo más difícil para una empresa orgullosa y longeva es cambiar para enfrentar los desafíos del mundo al que está entrando, en lugar del mundo que ha conocido. Estoy muy orgulloso de lo lejos que hemos llegado en la creación de una Ford moderna y soy muy optimista sobre el futuro“, indicó Hackett.
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