La quinta generación de la Kia Sportage llegará el próximo año como modelo 2023. La firma coreana no detiene su revolución y se reinventa por completo en cada oportunidad.
Fue en 2015, el mismo año en que Hyundai-Kia lanzó Genesis como su marca de lujo, en que Kia presentó la Sportage de cuarta generación. Con su apariencia muscular, gran proporción de lámina y faros en posición alta –que a más de uno recordaron a Porsche-, no era exagerado decir que estábamos ante un vehículo revolucionario para el segmento de las Crossovers compactas. A seis años de esto, uno esperaría que en Kia fueran menos arriesgados para la quinta generación, pero no, la Sportage 2023 es totalmente nueva; y se aseguran de que todo el mundo se dé por enterado.
Camionetas como la laureada Telluride, la Sorento, la Seltos o la Carnival tienen un diseño “familiar”, pero no por ello menos propositivo. Sin embargo, la Kia Sportage sigue la línea del inconforme sedán K5 o el nuevo eléctrico EV6, como muestran los faros LED tipo “relámpago”, aunque evita el diseño de escalas, pues no hay un trazo o panel que sea una copia directa. Los delgados faros bordean el capó para trazar un husillo alrededor de la parrilla, aunque esta se divide en una línea superior, donde vemos la primer “Tiger Noise”. La rejilla tiene un entramado bastante difícil de describir, que juega con las formas a medida que se desplaza.
Luces adicionales forman un rombo, que a su vez forma un segundo relámpago, dejando un tenue vestigio de los faros de “cubo de hielo” del facelift anterior. El perfil juega con transiciones suaves entre volúmenes y líneas afiladas, con unos retrovisores que nacen en la lámina y un remate trasero que en cualquier otra marca llamarían “Coupé”. La línea de cintura se eleva para terminar en un pilar D metálico, que separa el techo flotante que puede ir en tono contrastante. Si conocen el mercado europeo, quizá sea un detalle que les recuerde un poco a SEAT.
El medallón inclinado va bastante alto, con un alerón superior y un par de difusores laterales. Tenemos dudas sobre la visibilidad trasera, pero ya lo corroboraremos en cuanto podamos manejar la Kia Sportage 2023. La placa va en la parte superior de la fascia, en plástico mate, dejando una gran área de lámina para el portón, con una forma cóncava que nos remite a sedanes de diseño deportivo. Las calaveras tienen una forma de cola de flecha que se prolonga y se une a través de lo que sería un spoiler sugerido.
El interior es más elegante y menos arriesgado, aunque no menos moderno, especialmente con los acabados bitono disponibles. El volante de tres radios ya es conocido en la gama de Kia y no desentona. Las salidas de aire retoman el elemento de cola de flecha, mientras que en la parte media hay diales físicos y controles táctiles para el clima. La consola central cuenta con espacios inteligentes, como los posavasos, que pueden albergar un teléfono o una tableta. Los asientos en cuero sintético cuentan con un entramado de flecha que mantiene el estilo de diseño.
El lado tecnológico-minimalista viene de parte de dos pantallas corridas de 12.3” cada una, una para el cuadro de instrumentos digital y otra curva para el infoentretenimiento. Android Auto y Apple CarPlay son de serie, mientras que puede integrar cámaras con visión 3D de 360°, Amazon Alexa, audio Harman Kardon, carga por inducción Wi-Fi 4G LTE para hasta cinco dispositivos y actualización de mapas por aire. Las ADAs incluirán monitoreo de atención del conductor, asistente de luces altas, asistente de salida y mantenimiento de carril, frenado autónomo, alerta de ocupante trasero, monitoreo de punto ciego con frenado autónomo, alerta inteligente de tráfico cruzado, control crucero inteligente y asistente de estacionamiento.
En Eurasia la Kia Sportage 2023 (2022 para ellos) se anunció con un motor Turbodiésel, que no veremos por acá gracias al DieselGate. En cambio, repite la gama motriz de su prima la Tucson, que inicia con un cuatro cilindros 2.5 litros de 187 hp. No se anuncia par, pero suponemos unas 178 lb-pie. Kia promete motores híbridos: esperamos un 1.6 l turboalimentado que, combinado con hibridación suave, ofrecerá unos 221 caballos. O con hibridación enchufable PHEV, el combinado sería de unos 261 hp. En cualquier caso, los motores van acoplados a una transmisión automática de ocho velocidades. La tracción total es de serie, con AWD opcional.
Los modelos para Europa se montarán en la planta de Žilina, en Eslovaquia, por lo que tendrán medidas un poco más acotadas contra los ejemplares para otros países. Imaginamos que es por una cuestión de emisiones, impuestos o seguros. El modelo europeo mide 177.8 pulgadas (4.51 m) de largo, contra 183.5 pulgadas (4.66 m) de la Sportage internacional. La distancia entre ejes será de 105.5 pulgadas (2.68 m) para el viejo continente; de 108.5” (2.75 m) para el resto del mundo, con lo que se separa claramente de la Seltos.
Hasta ahora, la Kia Sportage era un vehículo importado de Corea, pero a partir del modelo 2023, la mayoría de las variantes se fabricarán en West Point, Georgia, junto con los mencionados K5, Telluride y Sorento, esta última, con la que comparte la plataforma N3. No es muy lejos de la planta de Hyundai en Montgomery, Alabama, donde se monta su prima corporativa la Tucson. Es muy probable que las Sportage híbridas sigan ensamblándose en Corea.
Aunque en Corea y Europa el lanzamiento es inminente, para Norteamérica debemos esperar a inicios de 2022 para verla rodar, de ahí que la nueva Kia Sportage sea anunciada como modelo 2023 y no 2022, como en otras regiones. La gama de versiones incluirá LX, EX, SX, SX-Prestige, así como los modelos X-Line, Sportage X-Pro y X-Pro Prestige, con un mayor enfoque en el todocamino, con un poco más de plástico mate en los bajos, vistas cromadas, detalles en negro brillante y neumáticos BF Goodrich todoterreno. Se incluye una distancia libre al suelo de 8.3 pulgadas (21 cm). La Kia Sportage 2023 2.5 l estará a la venta a partir del primer trimestre de 2022, los modelos híbridos llegarán a lo largo del año.
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